Pasión por el vino

Riánsares L.C.
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Milagros Romero Torres, licenciada en Ciencias Biológicas y enóloga desde hace más de tres décadas, hace historia como primera decana del Colegio Oficial de Enología de Castilla-La Mancha, que está integrada por más de cien profesionales.

Milagros Romero es desde 2012 directora técnica y gerente de Bodega Soledad, en Fuente de Pedro Naharro. - Foto: ABEL VALDENEBRO

La viña ha estado presente desde siempre en su familia, de Quintanar de la Orden, y ahora ha hecho historia convirtiéndose en la primera decana del Colegio Oficial de Enología de Castilla-La Mancha, del que lleva formando parte en su junta de gobierno desde su creación en 2013. Milagros Romero Torres encabeza la candidatura que fue elegida por unanimidad el 24 de abril en la asamblea extraordinaria de renovación de órganos de dirección.

La mujer tiene un papel “muy relevante” en el medio rural, y por tanto en la viticultura, considera, y “no soy una excepción”, cada vez hay más mujeres en bodegas y ocupando puestos de responsabilidad, fruto de una buena formación académica, aunque, apunta, “a veces no tienen la visibilidad que debieran, desde el Colegio de Enología queremos hacer más presente a estas enólogas, que están trabajando muy bien, haciendo muy buenos vinos, desde ámbitos tan importantes como la seguridad alimentaria, la calidad, el medioambiente o la formación”.

Licenciada en Ciencias Biológicas por la Universidad Complutense de Madrid, Máster en Viticultura y Enotecnia en la Universidad Politécnica de Madrid, comenzó a trabajar en el año 1987 y desde entonces no ha parado. “Nací en Madrid, pero mi infancia la pasé Quintanar de la Orden, mi padre era viticultor”, cuenta Milagros Romero, que dejó el pueblo para irse a estudiar a la capital de España pero después volvió a La Mancha, con una beca del Gobierno regional en un centro de investigación vitícola en Tomelloso, y ya no ha vuelto a marcharse. En las últimas tres décadas ha desarrollado su carrera profesional como directora técnica-enóloga de varias bodegas y cooperativas de la región, entre ellas Virgen de las Viñas, la cooperativa más grande de Europa. Desde 2012, forma parte del equipo de Bodega Soledad, de Fuente de Pedro Naharro, como directora técnica y gerente. Sus éxitos no son fruto de la casualidad, sino de una amplia trayectoria enológica y de investigación. “Solo hay un secreto para conseguir la excelencia, el esfuerzo. Desde la viña hasta la comercialización, todo el proceso requiere un trabajo constante, un tesón para conseguir los objetivos marcados”, asegura esta enóloga, que ha conseguido que los vinos de Bodega Soledad sean de los más premiados de España y además esta cooperativa conquense ha sido la primera a nivel nacional en conseguir la certificación Wineries for Climate Protection. La sostenibilidad ambiental, comenta, es una obligación para la sociedad, pero “más aún para los que vivimos del campo, la sociedad rural debe luchar porque el medioambiente donde se desarrolla su vida se cuide y se minimicen los efectos de la actividad agraria e industrial”.

Rodeada de otros profesionales de la Enología, de distintos ámbitos como bodegas, cooperativas, universidad y formadores, como presidenta del colegio oficial de su sector se ha marcado dos prioridades, por un lado conseguir el reconocimiento de las competencias profesionales de los enólogos y, de otra parte, dar valor al enólogo en la nueva Ley del Vino de Castilla-La Mancha. Precisamente en la asamblea virtual donde fue elegida, el consejero de Agricultura, Francisco Martínez Arroyo, anunció que la Junta contará para la elaboración de la nueva normativa con el Colegio Oficial de Enología de la región, integrado por 110 profesionales que representan un amplio abanico de actividades relacionadas con el vino. “Es importantísimo, porque la nueva Ley del Vino va a marcar el desarrollo del sector en los próximos años y que nuestro papel vaya a ser preferente en su desarrollo y en todo lo relativo al sector vitivinícola es para nosotros un orgullo además de un gran reto que conlleva una importante responsabilidad”, valora Milagros Romero.

Los vinos de la región cada vez son más reconocidos a nivel nacional e internacional, pero, advierte esta enóloga, “no nos podemos dormir, todo el mundo nos mira y también se esfuerza por mejorar”.