Una frase ingeniosa o un lema agudo y ocurrente pueden ser la llave para ayudar a las personas más necesitadas. Un proyecto solidario nacido en esta época de pandemia puede convertirse en una iniciativa que recaude fondos para la investigación de enfermedades como el alzheimer, el cáncer infantil o la infertilidad.
Mara Moreno y Laura Gómez, dos amigas de Madrid y Cantabria, se dieron cuenta de que un tuit se viralizaba y abría un mundo de posibilidades. Todo comenzó durante el segundo confinamiento, en septiembre, cuando Mara rediseñó el letrero del arcoíris con el lema Todo va a salir bien, «utilizando una palabra que uso mucho, que era regulinchi. Lo dibujé, lo subí a Twitter para ponerle buen humor a la situación, empezó a circular muy rápido y llegó a salir en prensa, radio y televisión. Gente famosa lo retuiteó y me mandaban fotos con el cartel en ventanas y coches», cuenta Moreno, consultora de Recursos Humanos con raíces en la localidad conquense de Rozalén del Monte.
Lo que parecía un simple tuit fue teniendo tanta repercusión hasta que un par de empresas «nos hicieron la propuesta y ahí nos dimos cuenta de que esto iba en serio. Laura y yo decidimos que después de un año tan horrible, era el momento de hacer algo bonito y parte de los beneficios donarlos. Pensamos que dentro de esta situación podía haber algo bueno. No todo era malo, así que creímos que el camino del sentido del humor era bueno», comenta Moreno.
Cooperación. El arcoíris se estampó en camisetas, sudaderas, calcetines, bolsas y tote bags o en tazas, y los pedidos no se hicieron esperar. De hecho, la gran cantidad de pedidos a través de su web (todoregulinchi.com) les ha permitido participar en tres proyectos solidarios hasta la fecha. La Asociación Infantil de Oncología de Madrid (Asion), el Centro de Biología Molecular Severo Ochos (CSIC-UAM) y la Red Nacional de Infértiles son los primeros colectivos que percibirán la ayuda solidaria.
«Las cosas fueron bien con Ayuda en Acción y con el arcoíris, que nos atrevimos a plantear nuevos diseños y a diversificar el apoyo. La última es una ayuda solidaria a la asociación madrileña de apoyo al cáncer infantil», cuenta la impulsora del proyecto, que añade que «hemos podido abrir varias líneas de solidaridad».
La primera iniciativa, una camiseta que luce el eslogan No ni ná, es un homenaje a la abuela malagueña de Mara, que recauda dinero para la organización infantil de oncología. La segunda, dedicada a la campaña del CSIC, luce la frase Soy demasiado joven para tener mi edad. Otra iniciativa, la tercera, recauda dinero para el colectivo formado por un grupo de mujeres que se enfrentan a la infertilidad, gracias a un diseño que incluye un corazón estampado, unas coordenadas de posicionamiento y la frase Estás aquí.
Los proyectos solidarios no quedan ahí, puesto que Moreno confirma que en el futuro no se descarta efectuar otras colaboraciones locales en los lugares de procedencia de las emprendedoras. «Los apoyos que estamos haciendo son de carácter nacional, pero la idea es seguir creciendo hasta que el público quiera y hasta que nos permitan nuestros medios. Queremos también tirar para nuestra tierra, para Cantabria en el caso de Laura y para Cuenca en el mío», dice Moreno.