El tiempo «pasa rápido», asume el alcalde. Un año después de que la mayoría de los conquenses depositaran en él su confianza, hace balance y aflora su versión más conciliadora y diplomática. Darío Dolz es consciente de que arranca un ‘nuevo momento’. Para él y su equipo, para su socio de gobierno y para el resto de partidos.

- La legislatura se sustenta en un acuerdo de gobierno con Cuenca nos Une. ¿En qué se situación se encuentra ahora mismo ese pacto?

- Desde la objetividad, Cuenca nos Une tiene dos miembros en la Junta de Gobierno, y ahí todos los acuerdos se han tomado por unanimidad, nunca ha habido ningún voto particular. Y lo mismo puedo decir de los acuerdos plenarios, pues todas las votaciones han sido por unanimidad. Desde la subjetividad, esto es como un noviazgo que empezamos en junio y, como todos los noviazgos, tiene sus altos y sus bajos. Las relaciones son buenas, satisfactorias y cordiales en este momento. Tenemos nuestros distintos pareceres. Pongo el ejemplo de los presupuestos, pero en aras a esa unidad que pido a todos los grupos, los vamos a hacer. Soy muy claro: hemos entrado en una nueva era política en la que priman los pactos y la unidad de acción de todos los partidos del Ayuntamiento.

- Me gusta la metáfora que hace del noviazgo. Es importante gestionar bien la vida en pareja...

- Todos los que vivimos en pareja sabemos que hay días mejores y días peores. Esto ha sido una cosa de dos hasta ahora y espero que sea de cinco a partir de la nueva situación que está viviendo la ciudad. Las cosas hay que hablarlas y en ese ánimo hemos actuado siempre PSOE y CnU. Con nuestros altibajos, claro que sí...

- «Nueva era política» y «acuerdos de cinco», dice. ¿Esa es la misión que asume para los próximos tres años?

- Así es. Creo que es un mandato de la ciudadanía. Más ahora con esta situación social y económica. Recuperar el pulso económico de la ciudad va a ser complicado porque la hostelería y el turismo, sectores clave aquí, serán muy tocados. Además está el pulso de las pequeñas empresas y del consumo porque habrá familias que no tendrán recursos suficientes para ello. Por eso entiendo que es una nueva era política y o estamos todos juntos y tiramos hacia adelante, o la ciudadanía no lo va a entender. Es algo muy fácil pero a la vez muy difícil, y no podemos fallarles. 

- Se lo pide al resto de grupos, pero por sus palabras entiendo que también hace examen de conciencia...

- Nos pueden separar diferencias ideológicas, pero nos tiene que unir el sacar a nuestra ciudad adelante y ayudar a todos los que necesiten ser ayudados. La unión hace la fuerza y ahora más que nunca necesitamos esa fuerza para salir de esta situación.

- La razón del acuerdo de Gobierno era que, por fin, las tres administraciones fueran de la mano. ¿Eso se ha visto reflejado en la calle? ¿De qué va a servir a medio y largo plazo?

- En la calle, es decir, físicamente, de momento no hemos visto todavía nada, pero sí se han asentado unos cimientos muy importantes para el desarrollo de nuestra ciudad. Esa sintonía política, por mucho que alguno diga que no vale para nada, vale para muchísimo. Hay cosas que ahora se pueden solucionar a golpe de teléfono con el presidente de la Diputación o de la Junta. Podemos hablar del traslado de la planta de residuos, del futuro convenio de bomberos para dar salida a una situación que era inentendible, de los accesos al hospital, de los remontes al Casco Antiguo o del futuro parque tecnológico y empresarial. Son hechos que se trabajan desde hace tiempo y serán realidades durante esta legislatura. Éstos son solo algunos ejemplos.

- Sin embargo, la oposición sostiene que las principales propuestas no se han materializado en absoluto...

- Llevamos un año de legislatura. Yo también soy bastante ansioso a la hora de los tiempos y quiero que las cosas sean para ayer. El tiempo pasa muy rápido y es verdad que la Administración a veces es muy lenta, pero los cimientos son sólidos y están a punto de verse cosas en la ciudad. Eso no es mañana, pero a lo mejor en dos o tres meses vamos a ver realidades palpables para comprobar que la ciudad sufrirá una transformación en paralelo a los tres años que todavía quedan de legislatura.

- A corto y medio plazo, ¿qué es lo primero que va a ver el ciudadano?

- En breve se verán las obras de urbanización del Cerro de la Horca y las obras de reurbanización de La Paz, cambiando también la red de abastecimiento y saneamiento. Éstos serán los dos asuntos más inmediatos que se realizarán, además de alguna cosa más como la adjudicación de 750.000 euros en la última Junta de Gobierno para arreglar baches, aceras y cualquier desperfecto que nos encontremos por la ciudad. 

- Del 26 de mayo de 2019 al mismo día de este año, ¿qué ha cambiado para bien? Una cosa. Sea directo y claro.

- Una cosa que ha mejorado muchísimo es la limpieza de la ciudad. Es un hecho constatable y no me refiero a estos dos últimos meses en los que hemos salido menos a la calle y no hemos ensuciado tanto. 

- ¿Y qué espinita se le queda clavada por no haberla conseguido este año?

- Los ‘pintarrujeos’ que hay por la ciudad, que no los quiero ni llamar grafitis porque hay algunos que son obras de arte, como el que anunció San Mateo el año pasado. Es un empecinamiento de este alcalde borrar todos esos ‘pinturrajeos’. Empezamos por el Casco Antiguo y quiero continuar con esa acción por el resto de la ciudad.

- Hablábamos de exámenes de conciencia... ¿Rectificar y elaborar finalmente presupuestos es uno de ellos?

- Ofrecí unos motivos iniciales para no hacerlos. Mandamos en enero al Ministerio los prorrogados y a finales de abril no teníamos respuesta todavía. Sostenía que ante la situación económica y por el tiempo que tarda el Ministerio en contestar, la aprobación nos podía llevar al mes de noviembre, cuando el año económico estaría ya agotado. A la vista del informe que nos llegó de que parece ser que cumpliendo una serie de condiciones no tendremos que recabar informe del Ministerio, entiendo que me precipité o medí los tiempos con otros parámetros. También era lógico pensar así cuando el Ministerio tardaba más de tres meses en contestar... Indistintamente, rectifico, entono el mea culpa y habrá presupuestos de 2020 y seguiremos trabajando en los de 2021.

- ¿Cómo valora la gestión del Ayuntamiento de la crisis del coronavirus?

- Todos los concejales que tienen responsabilidad de gobierno, de los dos grupos, se han dejado la piel. Y los que no la tienen, también. Algunos, como Isidoro Gómez Cavero, desde su clínica y con las colaboraciones que le ha pedido la Junta desde el punto de vista sanitario. Ha estado donde tenía que estar, atendiendo a sus pacientes y ofreciendo sus pautas o sus conocimientos a la autoridad sanitaria para tomar decisiones. En general, la crisis se ha gestionado de manera eficiente, a pesar de ser una situación complicada también en lo anímico a nivel personal. Estoy satisfecho por la gestión y por el comportamiento de la gran mayoría de la ciudadanía, pero preocupado porque no demos pasos atrás y por la situación económica y social que se va a vivir, que nos obligará a hacer un esfuerzo a todos.