No soplan buenos tiempos para el bolsillo del común de los mortales. Aunque ha dado un ligerísimo respiro en las últimas semanas, la inflación cabalga desbocada a lomos de un caballo que no hace otra cosa que encarecerlo todo a su paso. Y a buen ritmo... No hay producto, bien o servicio que no se vea influenciado, para mal, por el incremento generalizado de los precios. La punta de lanza en este sentido es lo que ocurre con la cesta de la compra, la más cara en las últimas tres décadas y media según un informe reciente de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). Eso hace que muchas economías domésticas contengan la respiración y no paren de hacer números, calculadora en mano, para llegar a fin de mes.

Hay que hacer auténticos malabares para llevar el barco a buen puerto el día 30 de cada mes. En concreto, según un estudio realizado por el comparador de precios online Idealo, la mitad de los españoles no consigue llegar a final de mes. Muchos hogares, ante esas ingentes dificultades para hacer frente a todos los gastos, se han visto en la tesitura de prescindir de algunos productos para poder satisfacer las necesidades básicas. Otros tantos, se ven contra las cuerdas y tienen que tirar de ahorros. Esa tendencia, cada vez más generalizada, viene arropada por los datos del Banco de España, que ha notificado una disminución de la capacidad de ahorro de las familias y las empresas conquenses, a juzgar por el volumen de depósitos que éstos tienen en las entidades de crédito.

Según la institución que comanda Pablo Hernández de Cos, los hogares y las compañías conquenses cerraron el primer semestre del año con 5.014 millones de euros en sus cuentas bancarias, mientras que el año 2021 lo despacharon con 5.140. Es decir, por el camino se han quedado unos 126 millones. Así todo, durante los primeros seis meses de año, la capacidad de ahorro ha decrecido en torno a un 2,5 por ciento. La disminución también es más que notable si la comparación se realiza con el trimestre anterior, pues en marzo esos ahorros ascendían a 5.117 millones, es decir, un dos por ciento más que a mitad de año.

- Foto: Elaboración propia

Basta con observar la secuencia histórica para darse cuenta de que esta merma de la capacidad de ahorro supone la ruptura de una tendencia alcista durante los últimos años. Salvando algún trimestre puntal, hogares y empresas han visto cómo sus depósitos bancarios iban creciendo poco a poco de forma generalizada. Mención aparte merece lo ocurrido durante los peores meses de la pandemia. Con todo cerrado a cal y canto o con estrictas restricciones, los conquenses ahorraron de forma exponencial y, de esta manera, entre marzo y junio de 2020 los fondos aumentaron en 200 millones en apenas tres meses.

Hace una década. Para encontrar una 'gran caída' de los ahorros en esta línea temporal similar a la actual habría que retrotraerse a hace justo una década, cuando la crisis financiera hizo estragos en todos los sentidos. Los peores efectos del último gran vendaval económico se empezaron a notar a mediados de 2011, cuando se encadenaron varios trimestres a la baja. Y aún así, comparando junio de 2022 con junio de 2012, comprobamos que hace diez años los conquenses tenían 137 millones más en sus cuentas.