Asaja asegura que la sequía del mes de mayo «nos ha matado»

Manu Reina
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Las altas temperaturas provocarán «pérdidas del 20 y 30 por ciento» de la cosecha

El cereal sufre numerosas pérdidas por el calor. - Foto: Reyes Martínez

«No habría mal año, si no hubiese mes de mayo». Un lema que cualquier agricultor es capaz de recitar y que este año muchos exclamarán con fuerza tras ver cómo sus explotaciones sufren altas temperaturas y no ven caer apenas gotas de lluvia. «Ha sido un mes muy malo y nos ha matado». Así de contundente se muestra el vicepresidente de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores de Cuenca (Asaja), Carlos Cifuentes. Y es que no es para menos teniendo en cuenta que este mes de 2022 ha sido el mayo con la temperatura media más alta de los últimos 60 años y, a su vez, el mayo más seco de, al menos, las últimas seis décadas. 

Unos datos que lamentan desde Asaja porque «ha destruido, rasurado y quemado gran parte de la cosecha», según asegura Cifuentes. El cereal es el cultivo más afectado e incluso es tan mala la previsión de su cosecha que la recogida de la misma «se adelantará a los próximos días» para así «poder recoger al menos algo». No hay que olvidar que lo habitual es que la recolecta se llevase a cabo a finales de junio o principios de julio, «que es cuando está en su punto más álgido en condiciones normales». 

Las pérdidas que se barajan desde Asaja Cuenca se sitúan en «un 20 o 30 por ciento de media en las explotaciones» de la provincia conquense. Eso sí, «la merma será incluso del 50 por ciento en zonas sensiblemente afectadas y, quizá, habrá algunas pequeñas zonas donde se salven de milagro y sus pérdidas sean menores», especifica Cifuentes. Al problema de no producir la cantidad esperada se le suma la calidad de la misma, que también disminuye. «Se ve perjudicado el grano y su desarrollo y la formación no es igual que en condiciones normales». La situación es más que desesperada precisamente cuando «se preveía un buen año para el trigo». «Pero está claro que finalmente no será así», asevera el vicepresidente. 

secano. El campo conquense es de secano mayoritariamente. «Más por desgracia que por suerte», puntualiza Cifuentes. Y es que el vicepresidente de Asaja, triste por el mal año que se viene, se consuela con los seguros de las explotaciones y reconoce que en negocios al aire libre «estamos expuestos a estas adversidades meteorológicas donde poco más podemos hacer», sentencia el agricultor. 

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