Las imágenes del estado en el que amanecieron el pasado viernes las zonas donde se concentró un mayor número de jóvenes para celebrar Jueves Lardero hablaban por sí solas. La basura se extendía por grandes extensiones de las laderas de Villa Román III y otras zonas donde resultaba evidente que muchos de los participantes en la celebración del día anterior olvidaron recoger los restos de la fiesta.

Estas celebraciones produjeron cuatro toneladas de deshechos que fueron retiradas por el dispositivo especial de limpieza que puso en marcha el Ayuntamiento de Cuenca para atajar un problema que se repite cada año.

Así lo confirmó el concejal de Servicios a la Ciudad, Pedro José García Hidalgo, quien explicó que el servicio de limipieza municipal recogió al día siguiente de Jueves Lardero un total de 48.000 kilogramos. Esto supone «un 11 por ciento más de residuos que los que se recogen un viernes de una semana normal». En concreto, apuntó García Hidalgo, el mismo día de la semana anterior los operarios recogieron 44.080 kilogramos. 

Un dispositivo de limpieza especial que llevó a cabo la «brigada municipal», relató el edil, en la que participaron cinco operarios que se centraron en las principales zonas de concentración. 

De este modo, el Camino de San Isidro, el de los Jerónimos, los aparcamientos del rastro y la resinera, las laderas de Villa Román, el Cerro Socorro y el paseo del Júcar hasta la Fuente del Oro, fueron los lugares donde se llevaron a cabo unos trabajos que duraron todo el día. 

 

Un problema recurrente. Estas cantidades de basura, asegura el concejal, «no suponen algo excepcional» en comparación con el resto de años cuando se recogen cifras similares ya que recordó que «es algo habitual que ocurre todos los Jueves Larderos y para lo que todos los años hay que poner en marcha este servicio especial», dijo García Hidalgo. 

Por este motivo, insistió en la necesidad de mejorar la concienciación de las personas que participan en estas fiestas para que colaboren en los lugares donde se desarrollan. Recordó que recientemente se vivieron escenas similares con motivo de la celebración del patrón de Cuenca, San Julián, e hizo un llamamiento al civismo de los ciudadanos. 

«El Ayuntamiento tiene los recursos que tiene y con ellos va atendiendo las cuestiones que van surgiendo pero en estas cuestiones especiales con un poco de colaboración ciudadana no sería necesario estos dispositivos», sentenció.