De la Biblia al Corán

Redacción
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El conquense Daniel Ibáñez es un musulmán más tras abandonar el cristianismo hace ocho meses y transcurrido todo este tiempo está «muy contento y feliz» de haber dado el paso

De la Biblia al Corán - Foto: Manu Reina

Tomar una decisión nunca es sencillo y más aún cuando tu vida puede dar un giro radical a partir de elegir un camino diferente al que has recorrido siempre. Cuando uno pierde la fe en una creencia intenta buscar cobijo en otra diferente o en un nuevo Dios, pero para dar ese paso uno tiene que tener claro que quiere hacerlo. Sin ningún tipo de dudas y con una gran firmeza. Es el caso del conquense Daniel Ibáñez, que desde hace ocho meses es un musulmán más tras abandonar el cristianismo. Transcurrido todo este tiempo se siente «muy contento y feliz» de su nuevo rumbo ético en la vida. 

Daniel tenía la convicción desde hace unos años que quería seguir el camino de Alá en lugar de Jesús, que es a quien rezaba y pedía hasta el pasado verano. Una de las razones de este cambio de religión es el hecho de entender el Islam como una comunidad «donde entre todos nos ayudamos, colaboramos y miramos por el bien de los demás», explica. Y es que «son gente con una gran bondad», añade este conquense de 71 años. En todo este tiempo también ha conocido a muchos musulmanes «con los que comparto una gran amistad», subraya. Eso sí, a su edad tiene dificultades para aprender el árabe, pero en estos meses ha aprendido las oraciones más utilizadas en esta lengua a la hora de rezar, que es una acción muy cotidiana que tiene que repetir cada día hasta en cinco ocasiones. 

Este nuevo musulman, que lleva cinco años en Cuenca tras pasar casi toda su vida en Villar de Cañas, señala que cumple con los mencionados rezos «porque es muy importante hablar con Alá y rendirle culto». En muchas de las oraciones «le pido salud». El protagonista lo hace, especialmente, los viernes a mediodía, cuando acude a la mezquita de la ciudad para rezar de forma conjunta entre todos los miembros de la comunicad musulmana de Cuenca. En la creencia islámica también hay un código ético establecido en un libro sagrado, como es el Corán, que es como la Biblia en el mundo cristiano. El hecho de no dominar la lengua árabe impide al conquense hacer uso de este histórico manuscrito, aunque explica que usa «un ejemplar traducido al castellano que me permite entender todo». De esta forma puede seguir el camino de su nuevo Dios.

De la Biblia al CoránDe la Biblia al Corán - Foto: Manu Reina

Tal y como detalla esta religión, todo musulmán, que cuente con sustento económico y goce de buena salud, tiene que emprender, como mínimo una vez en la vida, un viaje a la Meca (Arabia Saudita). Ésta es la ciudad más santa del islam, ya que es el lugar de nacimiento del profeta Mahoma y donde se reveló el Corán. Sin embargo, «la edad me impide hacer un viaje tan largo», revela con nostalgia porque sí que le habría gustado realizarlo en un situación más favorable. 

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Daniel Ibáñez, que no se cambiará el nombre, anima a cualquier persona a que «conozca la religión musulmana porque no defraudará en absoluto». Eso sí, este conquense destaca que el paso se tiene que dar con «convicción absoluta», porque está claro que no se trata de ningún juego o hobbie. Además, la comunidad musulmana conquense no acepta el cambio hasta que no pase un periodo de tiempo y después de comprobar que, efectivamente, el interesado quiere dar el paso sin ningún tipo de presiones y sólo con la firme convicción de ser un musulman más.