Una apertura en la línea de atraer a nuevos públicos

V.M
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Un concierto de la cantautora catalana María Rodés y el espectáculo 'In Paradisum', de la Compañía Nacional de Danza, inician la programación de la Semana de Música Religiosa

La cantautora María Rodés, durante su recital. - Foto: Reyes Martínez

a LIX edición de la Semana de Música Religiosa de Cuenca, la más esperada tras los dos años de parón motivados por la crisis sanitaria del COVID-19, arrancó este jueves en el Teatro Auditorio de la capital con el espectáculo de danza polifónica In Paradisum, compuesto por el bailarín y coreógrafo cordobés Antonio Ruz, y un recital de la cantautora catalana María Rodés, una propuesta que, sin duda, evidencia el reto marcado por los organizadores de llegar a nuevos públicos. 

Bajo la dirección de Luis Carlos Ortiz, el Coro de Cámara Alonso Cobo amenizó con dos breves interpretaciones (Stabat Mater y O Crux) la presentación oficial del ciclo, que contó con las intervenciones de la viceconsejera de Cultura de la Junta, Ana Muñoz, el presidente de la Diputación, Álvaro Martínez Chana, el alcalde de la ciudad y presidente de la Fundación Patronato SMR, Darío Dolz, el deán del Cabildo de la Catedral, José Antonio Fernández, y el director artístico de la SMR, Daniel Broncano. 

El regidor conquense incidió en la «gran emoción» por el regreso de la Semana Santa y también de la SMR, tras el paréntesis de la pandemia, «que se respira en todos los actos nazarenos que ya se están celebrando». Dolz destacó también el trabajo que se ha hecho en este tiempo «para mantener vivo el espíritu de la SMR» hasta que éste pudiera regresar, apuntando que es «un festival vivo, que evoluciona, con nuevas propuestas que persiguen el objetivo de acercarse al público de Cuenca».

Ese objetivo de aproximarse a nuevas audiencias también fue reseñado por el director artístico del Festival, al tiempo que abogaba por esa vocación de servicio público con el fin de mejorar la vida de los ciudadanos a través de la música.

En cuanto al programa artístico en sí de esta primera jornada, apunta que la cantante y compositora María Rodés (Barcelona, 1986) hacía gala de la característica poesía y espiritualidad que impregnan sus temas, remarcado por su timbre dulce, en un estilo que mezcla la canción de autor con la experimentación y fusiona géneros, enlazando el folk, la copla o el pop. Rodés interpretó buena parte de los temas de su último álbum, que toma el nombre del folclore judío Lilith.

En la segunda parte y durante algo más de media hora el público presente en la inaguración quedó cautivado con el montaje de la Compañía Nacional de Danza In Paradisum, pieza compuesta durante el confinamiento que propone un diálogo entre la música sacra y la popular, entre lo sagrado y lo mundano. Con un ritual escénico pleno de de emoción y energía, partía de la base musical de las polifonías corales de Tomás Luis de Victoria, siendo el punto de partida de una coreografía llena de ritmo donde la partitura original del siglo XVI se mezcla con una banda  sonora producida por Pablo Caminero.

Hasta el próximo día 17 se sucederán en diversos escenarios conciertos y recitales de grandes formaciones, como  la Orquesta y Coro Nacionales de España, la Orquesta Ciudad de Granada o la Sinfónica de Castilla y León, de prestigiosos artistas como Barbara Hendricks o Mayte Martín, ensembles como el Quartetto di Cremona o La Ritirata, además de formatos que diversifican la programación del cuarto festival musical más antiguo de España.