El conquense tiene que empezar a reaccionar

Manu Reina
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El conjunto de Rober Gutiérrez, que todavía no conoce la victoria, está obligado a batir este domingo (12 horas) al Villarrobledo en La Fuensanta si quiere alejarse de la zona peligrosa

El conquense tiene que empezar a reaccionar - Foto: Alfonso Fernández

El Conquense necesita sumar el primer triunfo de la temporada como sea. Las jornadas van pasando y las sensaciones por ahora no son nada positivas, teniendo en cuenta que el equipo cosecha tres empates y dos derrotas en este inicio liguero. La mejor forma de poner fin a esta mala dinámica es con una victoria este domingo (12 horas) ante el Villarrobledo en La Fuensanta. Que no lo haya hecho hasta ahora se debe a «muchos factores y a un cúmulo de circunstancias», explica el entrenador Rober Gutiérrez.

El técnico, que asegura que tiene todo el respaldo de la directiva del club, expresa con tristeza que «hemos encajado pese a conceder poco y hemos conseguido poco pese a generar mucho». Esa es la realidad de un equipo que lo intenta, pero que no consigue materializar sus ocasiones, algo que le termina costando caro, como en la derrota de la semana pasada en Azuqueca (3-1). «Los primeros días de la semana han sido complicados después del varapalo», asegura Gutiérrez, que tiene en el recuerdo como su equipo terminó perdiendo un partido que iba ganando al descanso.

Pero no hay tiempo para lamentaciones. «Si ganamos este domingo disiparíamos muchas dudas», incide el técnico. Lo que está claro es que el aficionado conquense le exigirá el triunfo, como mínimo, algo que se resiste en La Fuensanta desde el pasado mes de marzo. «Entiendo que la afición esté enfadada porque no ve a su equipo ganar e intentaremos revertir la situación de esta misma jornada», añade. No será nada sencilla la tarea pero al equipo no le queda otra que empezar a remontar el vuelo si quiere alejarse de la zona peligrosa de la clasificación. 

En frente estará un Villarrobledo que marcha duodécimo en la clasificación y que es un bloque «muy compacto, pero evidentemente llegará a Cuenca con dudas ya que deben ver nuestro estadio como un campo complicado», describe Gutiérrez. Para intentar batir al cuadro albaceteño, la Balompédica tendrá que ser un equipo «ultracompetitivo» durante todos los minutos del choque. 

Los nervios empiezan a pesar a los jugadores, que tienen que lidiar cada partido con «una mochila de piedras». Este domingo podría poner tierra de por medio y coger una bocanada de aire que ya es más que necesaria.