Retrorótulo

R.L.C.
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Álvaro de la Ossa defiende la conservación del patrimonio gráfico de los pueblos y ciudades desde una red activa en toda España.

Retrorótulo - Foto: VARODELUXE

Los rótulos o carteles de negocios, tiendas o restaurantes definen la imagen de una ciudad o pueblo, a la par que son testigos de paso del tiempo, de la vida de sus vecinos. Conservar este patrimonio gráfico no es tarea fácil, pero desde principios de 2020 se creó la Red Ibérica en defensa del Patrimonio Gráfico, que opera por toda España y está consiguiendo salvar muchos de esos logotipos icónicos seña de identidad de un lugar. 

«Desgraciadamente en los últimos tiempos el pequeño comercio  va desapareciendo a pasos agigantados, se cierran locales y con ello va desapareciendo un poco la identidad de las ciudades, pueblos o barrios, no hay más que darse un paseo por la calle Zapatería de Tarancón o por la calle Carretería de Cuenca», comenta Álvaro de la Ossa, de Tarancón, que tras llevar años mostrando fotografías de rótulos, en 2017 -animado por José Emiliano Lozano (hijo del ilustre pintor taranconero Emiliano Lozano)- decidió abrir la cuenta de Instagram Retrorótulo. Profesional del sector audiovisual, en este perfil une su afición por viajar y por la fotografía, junto a su defensa de la salvaguarda de la gráfica comercial. «El balance es positivo, me ha puesto en contacto con muchísima gente, aunque aún falta concienciación, cada vez las ciudades son más planas e iguales unas a otras, con similares negocios y franquicias», apunta este conquense con una inquietud retrospectiva ligada al comercio que le viene desde pequeño. Desde que tuvo su primera cámara de fotos captaba cualquier rótulo que le llamara la atención, máxime los que diseñó o dibujó su propio padre, José de la Ossa, para sus tiendas, icónicas de la calle Zapatería de Tarancón, como Labores Alfa, Sheila o Trébol. 

Aunque existen casos en que los nuevos inquilinos dejan el rótulo, fachada o cartel del negocio anterior, cuando cierra un establecimiento de toda la vida suele borrarse de un plumazo la identidad de ese local. «En la Red Ibérica en defensa del Patrimonio Gráfico creamos la figura del custodio, que son personas que nos avisan si ven peligrar algún rótulo para que intentemos salvarlo o guardarlo, con la finalidad de guardar un trozo de historia de nuestras ciudades y, si se puede, restaurarlo y exhibirlo», explica De la Ossa, que resalta que en Cuenca y Tarancón afortunadamente cuentan con muchos rótulos, algunos con bastante valor, todavía en su lugar de origen, a pesar de estar los negocios cerrados. 

RetrorótuloRetrorótulo - Foto: VARODELUXE«El de Alfa Cuenca, por ejemplo, con un valor sentimental especial para mí, se me escapó, pero todavía tengo la esperanza de que alguien lo tenga y se ponga en contacto conmigo antes de tirarlo», señala este taranconero, que aglutina en Retrorótulo casi 800 seguidores. 

Frente a las dinámicas de turisficación, gentrificación y el aplanamiento de las ciudades, se puede colaborar con esta defensa del patrimonio gráfico con la tarea de vigilante. Consiste en fijarse en uno o varios rótulos por los que se pase con frecuencia y si en el local aparecen albañiles, carteles de liquidación, de se vende o se alquila, ponerse en contacto con el propietario o con Retrorótulo o la Red Ibérica, para intentar salvarlo.