La caza es una de las disciplinas deportivas más practicadas en España. Concretamente ocupa el segundo escalón del podio -en cuanto a número de licencias- solo por detrás del fútbol, que mantiene su hegemonía como el deporte más practicado en este país, según lo constata el Consejo Superior de Deportes. Con estos datos, es llamativo que la provincia conquense, caracterizada por ser una tierra cinegética, esté sufriendo una pérdida continuada, año tras año, del número de cazadores. Cada vez son menos los que salen al campo a cobrar sus piezas, ya sea de caza menor o mayor. El resto de provincias de Castilla-La Mancha también tienen una tendencia a la baja. Esta dinámica preocupa y mucho en el sector.
Durante los últimos cinco años, el censo de licencias de caza en la provincia conquense ha caído en picado, hasta tal punto que en la actualidad se contabilizan la mitad de las que se tramitaron en 2017. Hace cinco años se registraron un total de 8.666 licencias, que están muy lejos de las 4.430 que se tienen selladas en lo que va de este año. Los datos proporcionados por la Delegación de Medio Ambiente del Gobierno regional así lo evidencian y todo hace indicar que seguirá bajando el próximo año.
No hay duda de que la caza conquense ha perdido pólvora en el último lustro. Desde 2017 a 2019 se perdieron un total de 2.259 licencias, la mayoría de ellas en tan sólo doce meses. Es el descenso más brusco en un período de dos años. Incluso se produjeron más bajas en esta franja de meses que durante la pandemia del coronavirus. Durante la crisis sanitaria se pasó de las 5.369 que se registraron en 2020 a las 4.430 actuales. La pérdida ha sido de 939 cazadores y ni la vuelta a la normalidad ha hecho reflotar el sector, que sigue cuesta abajo y sin frenos.
El cazador conquense Félix Elche respalda la práctica de la caza «como la mejor de todas» y explica que los cazadores como él lo que hacen es «disfrutar cada salida al campo con amigos y conocidos». Elche defiende, además, que esta práctica «para nada es peligrosa» y anima a los críticos a que vean los datos oficiales de incidentes «porque son mínimos comparados con otros deportes donde sí hay más accidentes e incluso muertes».
Asimismo, este batidor profesional subraya que los cazadores «somos quienes protegemos más a los animales del campo» y ensalza que «cuando salimos al campo cuidamos siempre el medio ambiente». En relación al descenso de licencias expedidas, Elche destaca que «estamos en una tendencia negativa pero la caza sigue teniendo un papel fundamental en la provincia».
permiso gratuito. Ni el favorable marco legal de Castilla-La Mancha frena el descenso de licencias de caza en la provincia conquense. De hecho, los permisos oficiales son gratuitos para cualquier residente de la región. Así lo decidió el Gobierno de Emiliano García-Page con la modificación de la Ley 9/2012, de 29 de noviembre, de Tasas y Precios Públicos de Castilla-La Mancha y otras medidas tributarias. Gracias a este cambio normativo que entró en vigor el 8 de febrero, las licencias de caza o pesca no tendrán coste para aquellos que estén empadronados en territorio castellano-manchego. Estas licencias tendrán una validez de un año y podrán ser solicitadas a partir de los 14 años de edad.
Los expertos en el sector apuntan a que el descenso de cazadores en Cuenca se produce entre otros motivos por el encarecimiento de la propia práctica, ya que cada vez es más caro salir al campo a cobrar las piezas. Tampoco acompaña el trato «discriminatorio» de una parte de la sociedad sobre esta actividad.