«Cuenca tiene muy buena salud literaria»

Manu Reina
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El presidente de la Asociación Provincial de Libreros y Papeleros, Julián Saiz, analiza y ensalza la profesión de los libreros y escritores

Presidente de la Asociación Provincial de Libreros y Papeleros, Julián Saiz - Foto: Reyes Martínez

El libro vive siempre en un entorno de incertidumbre sin saber qué futuro les deparará. Más aún tras la irrupción de la era digital y la aparición de los dispositivos electrónicos. Sin embargo, los libreros conquenses siguen trabajando sin cesar para no bajar nunca el telón. El pasado sábado se festejó el Día Internacional del Libro y qué mejor que esta fecha para reivindicar la importancia de los libros. Ya no solo por su imprescindible presencia en las aulas educativas sino también por sus valores de entretenimiento. El estado de salud de los escritores conquenses «es muy bueno», tal y como asegura el presidente de la Asociación Provincial de Libreros y Papeleros, Julián Saiz, que analiza y ensalza la profesión de los libreros y escritores.

En primer lugar. ¿Cuál es el estado actual de la Asociación Provincial de Libreros y Papeleros?

Es una asociación pequeñita que engloba a casi todas las librerías de Cuenca. En la capital existen ocho asociados. Aunque la provincia es grande hay pocos asociados. Y es que en muchos municipios ni siquiera existe la figura de papelería o librería. Tenemos algún asociado en San Clemente o en Tarancón, y el resto es de Cuenca.

¿En qué situación se encuentra el sector de la librería? ¿De qué manera os ha afectado la pandemia?

Ha habido dos tramos desde el inicio de la pandemia. Durante la irrupción del coronavirus vivimos un momento muy complicado donde fuimos duramente castigados, como muchos otros sectores. Pero en el momento que nos dejaron salir el incremento de la lectura fue patente. Eso se tradujo en un incremento de ventas de libros con un gran interés de la gente. Ahí sí que hubo un aumento notable en las ventas. Pero mientras las medidas se han ido relajando, el incremento se ha vuelto a colocar en niveles previos a la pandemia. Si, por ejemplo, se produjo un aumento de un 20 por ciento en la venta de libros tengo que decir que ese tanto por ciento se ha ido debilitando. También estamos sufriendo los conflictos bélicos que azotan a Europa y la incertidumbre que genera el incremento del precio de las materias primas y energías. Eso hace que la gente esté muy reticente a gastar en ocio, que, en definitiva, nosotros somos ocio y no somos productos de primera necesidad. 

Teniendo en cuenta esta situación. ¿En la actualidad se publican muchos libros?

En España siempre se han publicado muchos libros. Actualmente hay un amplio abanico de novedades. Hay que destacar que las editoriales tienen una gran apuesta tanto en las publicaciones infantiles como juveniles. También tienen confianza en el sector de las novelas y en la publicación de ensayos. 

¿Cuál es el estado de salud de los escritores conquenses?

Es muy bueno. Tenemos un amplio abanico de escritores conquenses. Muchos de ellos están vendiendo muchos ejemplares y están haciéndose un hueco. Por ejemplo, Julia de la Fuente viene pisando muy fuerte. Una chica que empezó autoeditándose sus noveles y a día de hoy ha conseguido que una editorial publique sus obras a nivel nacional. Y es que tiene proyectos muy interesantes. El resto va creciendo poco a poco. Y es que hay muy buenos escritores en Cuenca.

¿Qué género prefiere el público? ¿Se vende más novela negra o de amor?

La tendencia va por modas. Otros años se demandaba más la novela histórica por la intriga y ahora está muy en alza lo que ha sido la novela policiaca o novela negra. De hecho, las grandes ventas van en la dirección de esos títulos de acción y de género policiaco. Y es que tenemos muchos autores en este sector que están sacando grandes títulos. Aunque luego hay otros géneros, como el histórico, que también se pide mucho y que se está vendiendo.

¿El encarecimiento del precio del papel ha provocado que ascienda el precio de los libros?

El libro mantiene sus precios. Es una cosa que se ha mantenido quizás porque el calendario de las novedades ya estaba programado antes de que llegase el incremento del coste del papel. Muchas veces las novedades se imprimen con muchos meses de antelación a su publicación. Incluso con seis meses de antelación ya está el libro preparado, pese a que vaya a lanzarse después. Pero sí que se ha notado que el precio del papel se ha disparado por completo. Ha aumentado como casi la gasolina y ha llegado a unos niveles que ha duplicado su coste. Lo que no sabemos es si, a partir de ahora, las editoriales se verán afectadas y las próximas novedades, programadas para el año que viene, notarán un incremento del coste. Pero, por ahora, el libro mantiene su coste.

Teniendo en cuenta el aumento del precio del papel, ¿los libros electrónicos son vuestra principal competencia ahora mismo?

No. Está claro que se apuesta por el papel. La gente sigue leyendo en este soporte tradicional. Tengo que decir que no tenemos especialmente competencia con el sector electrónico. Es verdad que hace años teníamos la incertidumbre de si los libros electrónicos se impondrían al papel. Pero nosotros vemos que no. De hecho, en pandemia así se ha constatado. Está claro que hay público para todo, tanto de papel como en dispositivo electrónico. Pero uno de los principales comentarios que se escucha es que la gente quiere seguir en papel porque relaja. La vida está rodeada de tecnología y con los libros tenemos la oportunidad de no estar mirando tantas veces o durante mucho tiempo una pantalla. 

¿La iniciativa del bono cultural ayuda al sector de las librerías e incita a los jóvenes a comprar más libros?

No estamos notando nada. Sí que el público juvenil es un gran lector que apuesta por el soporte de papel. De hecho hay unas líneas editoriales que siguen, concretamente de autores que están en redes y luego buscan una editorial para publicar en papel. Y es que tienen un sector muy importante. Pero la verdad es que no estamos notando nada con del bono cultural del Gobierno. Tampoco sé quien lo ha recibido o quién lo recibe, pero nosotros no estamos percibiendo incremento de ventas o jóvenes que llegan con la intención de comprar a través de este bono.

¿Qué funciona mejor para una librería conquense una campaña publicitaria o el boca a boca?

El sector del libro tiene grandes campañas publicitarias. Hay grandes grupos de comunicación que realizan muchas veces unas campañas de publicidad muy grandes a través de sus canales de televisión. Eso influye mucho. Pero hoy por hoy la lucha de las pequeñas librerías frente a los grandes espacios o plataformas digitales es hacer criterios de recomendación y averiguar qué gustos tiene nuestro cliente. Y así trasladar el boca a boca de lo que la gente comenta. Tenemos un acercamiento directo con nuestro cliente. Nos interesamos de si le ha gustado la novela y averiguamos si quiere seguir por esa línea. Tenemos que recomendarles aquellas publicaciones que están funcionando y que son del mismo estilo. De eso es de lo que nos nutrimos los pequeños y nos distinguimos de los grandes.

Para acabar, ¿cuál es el futuro de los libros?

Llevo 30 años vendiendo libros y siempre ha sido la pregunta más frecuente. ¿El futuro del libro? No lo sé realmente. Yo, por ahora, durante los treinta años que he estado vendiendo libros siempre ha estado ahí el libro en un lugar importante en la sociedad. Tengo que decir que nadie nos convertimos en ricos por vender libros, pero tenemos siempre esas ilusión de defender la cultura de esa forma, aunque sea lucrativa. Está claro que vendemos, pero vendemos con la confianza que queremos transmitirle la cultura. En cuanto al futuro del libro está claro que la situación cambia por temporadas. Hay años donde las ventas aumentan y existen otras épocas donde desciende y vivimos momentos más complicados. Y es que siempre hay factores que influyen, como económicos o sociales, y eso hace que la venta baje o suba por rachas y temporadas.