Tiempo de marchas

Manu Reina
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La Banda de Trompetas y Tambores de la Junta de Cofradías afina sonidos en el sprint final de ensayos e incrementa su repertorio de temas procesionales para triunfar en Semana Santa

Tiempo de marchas - Foto: Manu Reina

Con un paso firme, marcado y milimétricamente medido durante seis o siete horas de media por cada procesión. Con un atuendo característico de color negro y morado. Con un sonido nazareno claramente identificable por sus conocidas marchas. Con un gran desparpajo y un ejercicio admirable para abrir paso por cada calle de la ciudad. Así avanzan en cada desfile procesional los miembros de la Banda de Trompetas y Tambores de la Junta de Cofradías de la Semana Santa de Cuenca. Esta agrupación musical juega un papel imprescindible para la celebración más importante de los conquenses. Y es que es difícil concebir esta festividad de Interés Turístico Internacional sin la presencia de estos músicos. 

Es tal la importancia de esta Banda de Trompetas y Tambores que participa en siete de las diez procesiones de la Semana Santa de Cuenca. «Tenemos una presencia muy destacable», recalca el director de la agrupación, Javier Poyatos. Tan solo se les echa en falta durante el Lunes Santo, en Las Turbas y durante el Sábado Santo. Aún así, «estamos en casi todas», añade. E incluso su implicación en las procesiones es tan importante que también salieron el pasado sábado en la Procesión Infantil de la Junta de Cofradías y lo harán además cuando llegue el Corpus. 

Actualmente, son 53 miembros los que forman esta banda. La mitad de ellos toca la trompeta, la corneta e incluso hay uno que desfila con la tuba. La otra mitad hace lo propio con los tambores. Sin olvidar, que uno de los componentes encabeza el paso con el guión de la banda. No obstante, se trata de una cifra «muy alta y anormal para lo que suele ser comúnmente» porque la media de años anteriores no superaba los cuarenta miembros. El director explica que «hemos tenido que llamar a gente más veterana porque hace unos meses nuestro futuro era incierto». Por suerte, todo quedó en una anécdota tras un arduo trabajo de organización.

Preparación. Estos músicos llevan ensayando desde el pasado mes de noviembre y completarán «más de 60 ensayos» para llegar con la mayor preparación posible a la primera procesión. Para limar cualquier detalle «hemos ensayado de lunes a jueves de ocho a diez de la noche». Así lo harán hasta el próximo jueves como ante sala al Viernes de Dolores. Son «muchas horas las que hemos practicado ya» y eso hace que «las ganas de que llegue la Semana Santa sean muchísimas», reconoce Javier Poyatos. 

Si bien es cierto que el director de la Banda de Trompetas y Tambores de la Junta de Cofradías de la Semana Santa de Cuenca explica que le gustaría «contar con un espacio más idóneo para ensayar porque es complicado combatir las intensas jornadas de frío». Y es que, en pleno invierno, tuvieron que preparar las marchas procesionales en la nave instalada en el polígono Campsa. «Nos gustaría tener mejores condiciones, la verdad, porque se hace muy complicado continuar si seguimos así», reivindica. 

Esta agrupación, que lleva en activo desde 2005, tiene un repertorio de 30 marchas procesionales. Algunas de ellas inéditas, que nunca antes se han escuchado en la calle. Corazón de San Juan, El Fruto de la Victoria, En la Cena del Señor o El Sacramento de Nuestra Fe «son algunas de las novedades», avanza Poyatos. A estos emocionantes temas habría que sumarle otros tantos muy conocidos como Bendita Estrella o La Saeta, que son marchas que nunca pueden faltar, entre otras muchas. 

En estos momentos, todo está listo para que la Banda de Trompetas y Tambores de la Junta de Cofradías de la Semana Santa de Cuenca vuelva a deleitar a todos con sus imprescindibles marchas. Tan solo falta esperar un poco más porque la celebración más importante de los conquenses está a la vuelta de la esquina. Y es que ya huele a incienso y los redobles de tambores y los solos de trompeta empiezan a escucharse a lo lejos.