Los agricultores del cereal perderán 85 millones de euros

Manu Reina
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La Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) de Cuenca estima una merma del 35 por ciento en la producción debido debido a las altas temperaturas y la escasez de lluvia y además las pérdidas económicas correrán a cargo del agricultor

Los agricultores del cereal perderán 85 millones de euros - Foto: Reyes Martínez

La cosecha de cereal de este año tendrá una merma en la provincia conquense de «hasta un 35 por ciento» debido a un fatídico mes de mayo protagonizado por las altas temperaturas y la ausencia de precipitaciones. Y es que, como adelantó La Tribuna, el pasado mes fue el mayo más caluroso, como mínimo, de los últimos 60 años, y el segundo más seco desde 1961. Una situación que genera un «importantísimo daño» para el sector agrario y que corta de raíz las esperanzas de los agricultores, puesto que las previsiones de esta campaña eran positivas, aunque se esfumaron por completo tras la llegada del caluroso pasado mes. Tal es así que la pérdida en términos económicos se traduce en 85 millones de euros para los agricultores conquenses, que serán ellos mismos quienes tengan que asumir esa merma. 

«El agroseguro no nos va a cubrir esta pérdida porque te cubre sólo el 70 por ciento y el 30 por ciento restante de la franquicia se queda sin cubrir». Así lo aseguró el miembro del Comité Ejecutivo de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) de Cuenca, Gerardo González, acompañado por el responsable de la sectorial de cereal de Asaja Cuenca, David Manzanares, después de celebrar una reunión en la sede conquense para hacer una previsión de la campaña y valorar y plantear actuaciones futuras. González mostró su descontento con el seguro y apuntó que «no nos gusta y cada vez menos». Además, el miembro del Comité Ejecutivo de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores alertó a los agricultores para que cumplan con la cadena alimentario, ya que este año «nos interesa vender de golpe para recuperar y tener liquidez, a diferencia de otros años donde se hacía de forma escalonada». El propio Gerardo González aconsejó a los agricultores a que vendan «sí la cebada está a 350 o 360 euros la tonelada». Esta decisión ayudará a afrontar la campaña del próximo año. 

Por su parte, David Manzanares evidenció los problemas a los que se enfrentan actualmente los agricultores de la cebada. Después de realizar un seguimiento semanal de las explotaciones, Manzanares desvela que en apenas quince días la situación «ha pasado de estar en condiciones normales a perder un 35 por ciento de la cosecha», exclamó. Las altas temperaturas y la ausencia de lluvia ha provocado que la producción se reduzca de manera importante e incluso «no ha permitido que el grano se desarrolle con normalidad», aseveró Manzanares. Por este motivo, de los 1,1 millones de toneladas que se recogieron en la campaña anterior, la estimación ahora es en torno a 700.000 y 800.000 toneladas.

La producción a nivel nacional durante esta campaña será de 15,5 millones de toneladas a diferencia de los 21 millones del curso anterior. «Esta caída teniendo en cuenta que el consumo nacional es de 100.000 toneladas al día puede suponer que tengamos que importar cereal a nivel nacional y provincial», avisa Manzanares. Así, el responsable de la sectorial de cereal no contempla especulaciones en los agricultores «porque nunca lo hemos hecho». 

En cuanto a la falta de mano de obra, Manzanares asume ya el problema como algo «endémico» y asegura que «no tiene solución a corto plazo porque no sé si es porque no hay voluntad o porque hay que renunciar a ello». Además, el responsable de la sectorial de cereal señala que, con el añadido de una crisis internacional como la actual, «quizás nos demos cuenta de la necesidad que tiene Castilla-La Mancha con los cereales», y así pasemos a «no ser tan dependientes del exterior en materias primas tan necesarias como en la alimentaria».