Adiós Pepe

R.L.C.
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José de la Ossa, que falleció el pasado 26 de mayo a los 77 años, deja un legado de generosidad hacia su tierra y sus vecinos que ha ayudado al desarrollo social y empresarial de toda una comarca.

‘Pepe Alfa’ fue presidente de la asociación Alcad desde su creación en el año 1997 hasta su fallecimiento. - Foto: ARCHIVO RIÁNSARES L.C.

Compartir la vida con él era todo un privilegio, pues su generosidad a la hora de escuchar y ayudar a los demás en lo personal y lo profesional, a la hora de favorecer el progreso de su tierra, no tenía límites. Optimista empedernido, emprendedor nato, el legado que ha dejado al fallecer pasará de generación en generación no solo en la saga familiar popular por su mote, sino en todos aquellos que le conocieron. 

«Más allá de los méritos como empresario, comerciante, lo más importante es que te recuerden como buena persona, y él sin duda lo era», apunta su hermana, Angelines de la Ossa, que justo recibió la noticia del fallecimiento repentino de su hermano cuando acababa de anotar en el libro familiar de acontecimientos importantes el nacimiento y bautismo de su cuarta sobrinanieta. Y es que José de la Ossa se fue sin esperarlo a los 77 años de edad, tras sufrir un infarto el pasado 26 de mayo mientras se encontraba en un parque de Madrid. 

El taranconero había acudido a la capital de España a una cita familiar, una de las muchas en las que se convertía en embajador del saber disfrutar de la vida. «Se desvivía por sus cuatro nietos, por sus tres hijos y su mujer, con la que iba a celebrar sus Bodas de Oro dentro de dos años... Y sabíamos que había ayudado a mucha gente, pero desde que murió nos estamos enterando de cantidad de historias más», dice su hermana, impresionada aún de las muestras de cariño continuas que están recibiendo. Los mensajes de condolencias les han llegado desde numerosas instituciones y entidades, destacando el del presidente regional, Emiliano García-Page. 

Todo el mundo le conocía por Pepe Alfa o Pepe el de Alcad. Su trayectoria profesional comenzó antes de los 15 años en el negocio familiar, en la emblemática calle Zapatería que tanto defendió como núcleo dinamizador del comercio local. «Mi abuelo vendía máquinas de coser Alfa, también era representante de otros productos, como ginebra Larios, conservas Serpis, televisiones Iberia... Y mi padre empezó allí y luego pues, junto a una de sus hermanas, siguió con Labores Alfa, y creó las tiendas Sheila y Trébol, siempre en Zapatería», recuerda uno de sus hijos, que gracias al carácter dicharachero de su padre guarda mil y una anécdotas familiares. El fuerte compromiso de José de la Ossa con el desarrollo social y empresarial de Tarancón y su comarca le llevó a crear en 1997 la asociación de comerciantes y actividades diversas (Alcad), que presidió hasta que falleció. Uno de los mayores logros fue conseguir una ITV para Tarancón en 2006. 

Su esfuerzo, para mejorar las condiciones de los comercios y potenciar el tejido productivo comarcal, le llevó a implicarse en el asociacionismo empresarial también a nivel provincial y regional. Fue uno de los vicepresidentes de la entonces FAEC, antecesor de la actual CEOE-Cepyme Cuenca, y por tanto también formó parte del Comité Ejecutivo de la organización empresarial a nivel provincial. 

Responsable de algunos de los comercios de moda más afamados en su ciudad natal durante décadas, formó parte de CEOE-Cepyme Tarancón y Cuenca, de la Cámara de Comercio, de la junta directiva del grupo de desarrollo de La Mancha Alta conquense, Adimmac. 

«Fue presidente del Casino Nuevo, llegó a fundar y presidir una asociación de radio aficionados, Radio Cultural Tarancón, que tenía su sede en la antigua OJE, y con la que unió a mucha gente de toda la comarca, se hacían maratones de 24 horas», recuerda otro de sus hijos, que también pone en valor la colaboración de su padre con la asociación de belenistas La Hoguera con la cesión de espacios para exposición en pleno casco antiguo, incluso antes de cerrar sus tiendas. 

Y es que la labor de Pepe Alfa trascendió su sector profesional, donde defendió a ultranza la posición estratégica de Tarancón para  crear un puerto seco y creó campañas pioneras para fomentar las compras en el comercio de proximidad. Desde Alcad, participó activamente en la plataforma ciudadana para conseguir el Centro de Especialidades, impulsó los desfiles solidarios de Cruz Roja... «Libró mil y una batalla a base de esfuerzo y ese positivismo que los dos compartíamos mano a mano, aunque también era un poco quijote, abogado de lo imposible. Puso su alma en ayudar a los demás, a Tarancón, a la comarca, de manera altruista siempre», añade su hermana, que recuerda los cursos para comerciantes que organizó coincidiendo con la llegada del euro y las ventajas que logró Alcad para sus asociados por aquel entonces. 

Ya jubilado, sus paseos diarios junto a su esposa por Tarancón no eran en vano. Por su experiencia, toda una lección de vida, eran muchos los que seguían pidiéndole consejo en conversaciones espontáneas que cobran más valor en la sociedad actual de las prisas. Siempre atento a todo, en los últimos tiempos se implicaba también a través de las redes sociales, por ejemplo en la defensa del tren o el mantenimiento de edificios históricos. 

También fue abanderado de la importancia de conservar y poner en valor el patrimonio humano, por lo que desde el colectivo ciudadano La Quinita fue uno de los impulsores de las calles que el Ayuntamiento concedió a Alberico Pérez del Burgo, Evilasio Martínez o Luis Fernández El Practicante

Formó parte de cuantos órganos de Participación Ciudadana, de ámbito económico o social, se crearon en otros tiempos. Y con un perfil así, claro que José de la Ossa fue tentado por los grandes partidos políticos, PSOE y PP, para convertirse en alcalde o concejal de su pueblo, pero él siempre decía que «desde fuera se pueden hacer muchas cosas, no hace falta ser político para defender los intereses de Tarancón». Su contribución a hacer mejor la sociedad se revalorizará seguramente con el paso del tiempo, quizá en homenajes póstumos como dedicando su nombre a una calle, quién sabe, todo lo merece. Por lo pronto, la próxima semana su recuerdo estará sin duda en la asamblea general que CEOE-Cepyme Cuenca celebra por primera vez en Tarancón, el día 28.