Derrota del Liberbank Cuenca, quinta de la campaña, ante un Barça muy superior que no dio opciones a los locales. No obstante, los de Lidio Jiménez plantaron cara a lo largo de la primera parte y bien entrada la segunda, hasta que el equipo se desfondó y se dejó llevar hasta el 28-39 final. Sobresaliente partido del portero Samuel Ibáñez que mantuvo a los suyos con paradas de mérito. Ahora que el equipo de Xavi Pascual demostraba su condición de sólido líder con N’Guessan convirtiendo todo lo que pasaba por su manos y con el meta Moller, que frenaba una y otra vez el ataque local con otro repertorio de intervenciones. La conexión Marrochi-Doldan, con varios pases del uruguayo que convirtió el pivote, y los buenos tantos de Moscariello cerraron la primera mitad con un marcador de 14-20.

Un parcial de 3-0 en el arranque de la segunda permitió a los conquenses colocarse a cuatro goles. Fue un espejismo, pues la maquinaria catalana se engrasó de nuevo para colocar una máxima renta de 12 tantos. Lidio solicitó dos tiempos para ver si enderezaba la nave, pero ante la deriva del resultado decidió dar entrada a los canteranos Arce y Taravilla para el disfrute de los propios jugadores y del público.