Pintura y literatura se dan la mano con una potente carga intimista que permite a los libros asomarse al mundo en un universo de colores. Esa imaginación poética y plastica es la que derrocha la artista Alicia Solla en la exposición de que se puede visitar en la Biblioteca Pública del Estado hasta el día 19 de noviembre. Se trata de una muestra de cuadros y también de libros. En este caso, los textos y las ilustraciones de Alicia Solla se reparten en tres vitrinas. 

Son poemas suyos y de otros autores que merecen que el público se detenga a leerlos, algo que la artista gallega demanda.  «Quiero que lean los textos de los libros de la exposición, que se paren a leer textos de personas que me he encontrado a lo largo de los años y que me gustaría que leyeran con calma». 

Solla explica que su proceso creativo nace desde dentro y «expreso lo que siento». Su obra es intimista y tiene una acentuado expresionismo. Así, detalla que «con la acuarela mojo, cierro los ojos y sale lo que voy sientiendo, pero el primer trazo es con los ojos cerrados»

Esta es por ahora la última exposición de Alicia Solla en Cuenca, donde reside por tercera y donde ya ha realizado varias exposiciones. Fue en 1983 cuando se trasladó por primera vez a Cuenca, un lugar que cambió su visión de la vida.