Cuenca despide el puente de los Santos con un 90% de ocupación

Leo Cortijo
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La Agrupación de Hostelería y Turismo, que hace un balance «bastante bueno» de Todos los Santos, ya contempla la próxima gran cita, el puente de diciembre, aunque con «cautela» por el contexto económico.

Cuenca despide el puente de los Santos con un 90% de ocupación - Foto: Reyes Martínez

Las fiestas de San Mateo marcan un punto de inflexión en el calendario vital de Cuenca. Con la última vaquilla se dice adiós al verano y se saluda a un otoño que este año ha tardado en entrar a juzgar por la meteorología de octubre. Así todo, llegó noviembre y con él, el primer gran puente de otra temporada, la que marca el otoño y el invierno, capital para el principal motor económico de la ciudad: la hostelería y el turismo. El sector ha despachado un puente de Todos los Santos «bastante bueno», tal y como asegura el presidente de la Agrupación, José Manuel Abascal, pues la ocupación media ha rondado el 90 por ciento.

Según detalla, el sábado esa ocupación rondaba el cien por cien, el domingo se mantuvo cerca del 95% y el lunes bajó hasta el umbral del 80-85%. Unos datos que hacen sonreír a los empresarios del ramo después de que la festividad del Pilar «cayera justo entre semana y no pudiera aprovecharse». Abascal celebra estos guarismos que, en parte, entraban «dentro de lo esperado», ya que se dan las «circunstancias propicias». En primer lugar, un puente de corta duración, tres o cuatro días a lo sumo, lo que «facilita el desplazamiento a destinos cercanos». En segundo lugar, «el buen tiempo, que es fundamental para animarse a viajar a última hora». Y en tercer lugar, «las ganas que todo el mundo tiene por salir».

Este último apartado viene observándose durante los últimos meses, desde la irrupción de la pandemia. Es una especie de «nuevo turismo» impulsado por los nuevos hábitos en el consumo en este sector que, básicamente, se resumen en «vivir la vida». Es la lección que muchísimas personas sacaron de la pandemia, y es que a pesar de las circunstancias personales y económicas de cada bolsillo, la gente, siempre que puede, no se queda en casa. Abascal lo explica a la perfección: «Me puedo cruzar el Atlántico y estar 15 días de vacaciones y lo hago; o igual me puedo ir solo dos días a un destino de interior, pero también lo hago». «No podemos esperar todos los días a que salga el sol porque el sol sale igualmente», remata. Un carpe diem en toda regla que, por línea general, «es buena señal para Cuenca» porque es un destino de interior cercano, accesible, económico y con muchas posibilidades.

Puente de diciembre. Una vez cruzado el umbral de este primer gran puente, el sector mira al siguiente, el de diciembre. Dos festivos, el de la Constitución y el de la Inmaculada, jalonan una semana muy golosa para poner rumbo de nuevo a Cuenca, especialmente de aquellos 'polos' de emisión de visitantes como son Madrid y Valencia. Las expectativas, visto lo visto, son altas, pero el máximo responsable de la Agrupación de Hostelería y Turismo prefiere andar con pies de plomo y ser «cauto». La situación obliga a ser comedido a la hora de hacer proyecciones, pues el contexto económico por el aumento de la inflación –subraya Abascal– es complicado y muchos bolsillos afrontan el corto y medio plazo con «varios hándicaps». Por eso, «vamos a esperar a ver cómo viene todo antes de lanzar las campanas al vuelo».

Más allá del puente de diciembre, Abascal también observa con el catalejo ya en el horizonte las próximas navidades. Ahí los negocios hosteleros vivirán uno de sus momentos «centrales» del año; no tanto los hoteleros, aunque la tendencia está cambiando. El presidente de la Agrupación explica que de un tiempo a esta parte «la gente ya no se queda en casa por Navidad» y que suele haber «cierto movimiento». Las grandes beneficiadas son las casas rurales y, en menor medida, los alojamientos urbanos, que «tenemos dos días buenos coincidiendo con Nochevieja». Con todo, para eso todavía quedan muchos días por tachar en el calendario, aunque a la hora de desplazarse la previsión siempre es la mejor compañera de viaje...