Por fin los familiares de Eladio Alonso Rodríguez (1904-1938), sargento republicano de Tarancón, cuentan con un lugar físico con su nombre en el cementerio del pueblo donde perdió la vida, la localidad catalana de Cubells. El pasado 3 de diciembre, fecha del cumpleaños de su difunta hija, María Ángeles Alonso, fue cuando se colocó una placa en su honor después de más de cuatro años batallando con el Ayuntamiento, y sus contradicciones y plazos infinitos.
Así lo cuentan desde la asociación provincial para la recuperación de la memoria histórica, ARMH Cuenca, que ya el pasado verano denunció las dificultades para colocar esta placa de memoria con un escrito donde preguntaban pública e irónicamente si Eladio no era historia. Y es que desde este colectivo recuerdan que su hija y su mujer, han fallecido esperando justicia «por su padre, por su marido, que tenían enterrado a 500 metros, con el objetivo de que saliera del olvido», precisamente en un municipio donde, «en medio de la plaza y con dimensiones considerables», sí existe un tributo dedicada a tres pilotos nazis de la Legión Cóndor que murieron en los alrededores de Cubells. En este sentido, hacen hincapié en que «Eladio fue uno de los valientes que decidió luchar contra el fascismo, por la justicia, pero hay muchos más como él, bajo tierra, condenados al olvido, esperando que alguien les recuerde y les devuelva la historia que les arrancaron, por eso no es sólo poner una placa, es hacer memoria, sobre todo recordarlos», afirman desde ARMH Cuenca.
Esta placa permitirá que su memoria esté presente, a pesar de que no ha sido colocada en el lugar que pedía la familia y de no haber conseguido, aunque su mujer lo reclamó nada menos que durante 35 años, llevar el cuerpo de este taranconero a casa y darle sepultura con sus familiares. El presidente de ARMH Cuenca, Máximo Molina, agradece el trabajo en nombre del resto de la asociación en tierras de Lleida de Helena Guillén Llops y tampoco se olvida de mencionar a Amparo Moreno, hija del taranconero Dositeo Moreno Barrios (víctima del nazismo muerto en el campo de concentración de Mauthausen), que acompañó a este colectivo en la visita que realizó a Cubells el pasado verano. Además, destaca la ayuda y presencia en el acto del día 3 del concejal de ERC (Esquerra Republicana de Cataluña) de Cubells, Salvador Soldevilla.
Eladio nació en Tarancón y con el estallido de la guerra se posiciona junto a la República, termina siendo sargento de Carabineros del Ejército de la República, pero su trayectoria fue corta; según fuentes orales de compañeros suyos, el 22 de mayo de 1938, estaban fuera del cementerio de Cubells, hablando después de un combate, cuando una bala perdida le impactó en la cabeza matándolo en el acto. Eladio se quedó en Cubells, bajo tierra, para siempre. Eladio, como tantos otros que lucharon en aquella guerra, dejó en casa a una compañera y una pequeña. La familia se puso en contacto con el Ayuntamiento ya en el año 1986 para intentar saber dónde estaba el cuerpo de su marido, para poder hacer un acto de justicia que hacía tiempo que soñaban; llevarlo a casa. «A pesar de los años aún hay familias que buscan y reclaman a los suyos por múltiples lugares, esto sirve para concienciar, visualizar para que se recuerde y se saque del olvido a tantos otros que murieron en aquellos años de la Guerra Civil, pues las administraciones siguen poniendo impedimentos», insisten desde ARMH Cuenca, que no dudó en sumarse a esta reinvindicación de la familia de Eladio, como lo ha hecho en tantos otros casos, y sigue pendiente de resolución de otros muchos. En el cementerio de Tarancón sí que se instaló una placa en primavera 23 taranconeros, que como Eladio, perecieron lejos de su pueblo; un pequeño homenaje, «a compromiso con los valores democráticos» después de casi 90 años de morir en lugares como Cubells.
otros actos. De otro lado, esta asociación de recuperación de la memoria histórica de Cuenca ha seguido su actividad recientemente en la vecina localidad toledana de Santa Cruz de la Zarza, donde recientemente se ha rendido un homenaje a las víctimas del franquismo y a los pilotos soviéticos enterrados allí que dieron su vida luchando contra el fascismo, así como en Aranjuez, el día 10, con la presentación del último fanzine, La ¿Justicia? de Franco, en la sede de la CNT (Confederación Nacional del Trabajo) del madrileño Aranjuez.
«Este homenaje es un acto político colectivo»
Máximo Molina, presidente de ARMH Cuenca, reivindicó desde Cubells, durante la colocación de la placa en memoria de Eladio Alonso, que «todas las victorias son grandes victorias, este homenaje es superespecial, aunque sea en una esquinita, es digno de mención el esfuerzo colectivo, es realmente un acto político colectivo». En este sentido, insistió en la necesidad de «recordar a gente de distintas sensibilidades que luchaban por un mundo mejor, en este caso, fue un sargento que murió en acción de guerra, levantó armas para defender la República, la justicia social, que no hubiera imposiciones imperialistas dentro del Estado, algo que se ha machacado siempre, y hasta hoy».