"Echo de menos la implicación de la Junta en el día a día"

C.S.Rubio
-

El presidente de la patronal regional, Ángel Nicolás, pide mayor implicación del Gobierno regional en el día a día de los acuerdos firmardos en el marco del diálogo social.

Ángel Nicolás es el presidente de la patronal regional Cecam y de la provincial de Toledo, Fedeto. - Foto: Víctor Ballesteros

Complicada. Así define el presidente de la Confederación de Empresarios de Castilla-La Mancha, Ángel Nicolás, la actual situación económica de España. Situación que puede desembocar en una recesión en un par de años si el Gobierno no toma medidas ya,  según advierte. En un plano más autonómico, la patronal insiste en ahondar en el día a día del diálogo social. «Echamos un poco de menos la implicación del Gobierno regional. Firmamos acuerdos, pero luego está el día a día, y ahí no vemos esa agilidad», lamenta.

 

Moncloa aplicará a partir de diciembre la tasa Google, también ha dado luz verde a la llamada tasa Tobin…

Son ya muchas tasas, muchos impuestos. En 1º de carrera se estudia que cuanto más presión fiscal hay, menos se expande la economía. Es una teoría que no suele fallar.

¿Ni siquiera para las grandes empresas?

Es que las grandes empresas tienen la capacidad de instalarse donde les parece bien. Imponer una tasa por ser empresa y porque quiero que colabores a mi sostenimiento… pues algunas lo verán bien y otras lo verán mal. La deslocalización es un problema y hay que tenerlo en cuenta.

Lo que ya está aquí es la subida del  Salario Mínimo Interprofesional (SMI). ¿Cómo lo están llevando las empresas de Castilla-La Mancha? Algún convenio ya se habrá quedado por debajo.

Alguno se quedará por debajo, pero tampoco tantos como pensábamos y en la siguiente mesa se renegociará. Somos cumplidores y, nos guste o no, lo acataremos.

El café para todos no sirve, no es buena solución para casi nada. Se debería ir más al detalle y aplicar esta subida donde se pueda aplicar.

Está hablando de una aplicación del SMI por comunidades, por sectores...

Y por tamaño. No es lo mismo la subida del SMI para un empresario del comercio con uno o dos trabajadores en una zona deprimida, que para el Corte Inglés en la Castellana. No pueden ser las mismas normas y lo son.

Pero la CEOE ha aceptado esta subida.

La presión es muy potente y CEOE está sujeta a presiones, como cualquier organización.

Todos tenemos hijos y a todos nos parece que un salario digno es bueno, pero no en todas partes de puede aplicar igual. Debería discriminarse por sectores y por regiones. Café para todos, no.

¿Se llegará a los 1.000 euros?

Seguramente sí.

¿Y ve posible este cambio de criterio en futuras subidas?

No.

Donde no hay cambios es en la mala relación entre el Gobierno y el líder de la oposición. ¿Cómo está afectando esta tensión política en la economía?

Todo esto se traduce en falta de confianza. Estamos como en el patio de un colegio. Deberían dejar de lado sus intereses y pensar un poco más en el país y en los ciudadanos.

¿Cómo ve al nuevo Gobierno?

Con preocupación. Y estamos viendo los primeros síntomas. Mucho decir que el diálogo social será el eje de nuestra actuación, pero ya  nos han dado varios plantones. Todo se justifica claro, pero para nosotros no tiene justificación.

Estamos en un panorama muy complicado. Si bien tenemos la esperanza de que, como pasa con todos los gobiernos, cuando son gobierno se suavizan mucho, también tenemos mucha preocupación por la actual falta de seguridad jurídica, que se traduce en falta de confianza para los inversores extranjeros de los que España depende muchísimo,  y por la subida del gasto social, por la que ya nos están preguntando en Europa. ¿De dónde van a venir los ingresos? Pues de una mayor carga fiscal.

Habla de un panorama nacional complicado, pero también está la subida de los aranceles de EEUU, el Brexit, la crisis del coronavirus…

Lo vemos complicado, pero de todo se sale. Habrá que trabajar más y hacer las cosas mejor. La verdad es que si analizamos tanto los inputs exteriores como los que nosotros generamos cada día… podemos decir que no estamos en una buena situación.

Además el paro ha subido con fuerza en enero. ¿Coyuntura o mal augurio?

No es conyuntural porque, además, cuando se ha creado empleo se ha hecho a menor ritmo que el año anterior. Lo mismo pasa con el crecimiento. Estamos creciendo sí, y la ministra Calviño dice que con este crecimiento vamos a cubrir el déficit que se está generando, pero es que el crecimiento es menor que el año pasado y que el anterior. Es un crecimiento decreciendo, lo que quiere decir que no va ser capaz de cubrir este déficit.

¿Esto va a derivar en crisis?

En crisis creo que ya estamos. Puede derivar en algo más gordo si el Gobierno no es capaz de controlarlo.

¿Una recesión en un par de años?

Sí, posiblemente.

Con todo, el Gobierno de Castilla-La Mancha dice que la región crece y que lo hace por encima de la medida.

Y es verdad. Castilla-La Mancha es de las pocas regiones, junto con Madrid, que está generando unos datos positivos, pero tenemos que mirar siempre la comparación con el año anterior. Por tanto, en Castilla-La Mancha tenemos que hacer las cosas mejor. ¿Y cómo? La colaboración es fundamental y aquí la tenemos, por lo menos en el papel. Es verdad que en el día a día echamos un poco de menos la implicación del Gobierno regional.

Firmamos acuerdos, pero luego está el día a día, y ahí no vemos esa agilidad, esas ganas de trabajar juntos.

¿Por ejemplo?

Tenemos varios temas sobre la mesa. Por ejemplo, el de los guías. Es un asunto en el que se han limitado a decir que hay una serie de personas que quieren hacer un corralito y esto no es cierto, quieren que todo el mundo entre pero, lógicamente, con una cierta calidad.

Son asuntos del día a día, detallitos, en los que cuesta mucho que te entiendan, se hacen un idea preconcebida de lo que creen que tú quieres, cuando esto no es así. Como con la FP Dual, que la tenemos muy atascada también.

Entonces, ¿mucho pacto en el Palacio de Fuensalida (sede de la Junta) y poca negociación en las consejerías?

El día a día podría funcionar mucho mejor, y coincidimos en esto con CCOO.

¿Lo han hablado con el presidente o con la consejera de Economía?

Muchas veces.

¿Y que le han dicho?

El presidente no puede estar en el día a día, pero es bueno que lo conozca. Paco de la Rosa, de CCOO, también se ha quejado de esto hace poco y se lo dijo también al presidente. En el día a día tenemos que ser más ágiles. Si realmente creemos en el diálogo social, lo que tenemos que hacer es impulsarlo.

¿Cómo van las relaciones entre sindicatos y patronal?

Van bien. Estamos muy centrados ahora en un par de cuestiones, que son el consejo de relaciones laborales, que queremos potenciarlo, y el consejo social que figura en la Ley de Participación. Y también queremos poner en valor lo que estamos haciendo. Se nos critica, pero muchos no se dan cuenta de que la negociación colectiva y la paz social tienen un nivel bastante aceptable en Castilla-La Mancha. Y todo esto sale de nuestras cajas. Ni a nosotros, ni a CCOO ni a UGT, nos paga nadie por mandar a nuestros técnicos a negociar.

CSIF no para de criticar las subvenciones que recibe Cecam y los sindicatos...

CSIF está buscando algo que no sabemos qué es. Ante ellos no tenemos que justificar nada. Sobre este tema no tengo más que decir.

La siniestralidad laboral es un tema que, lamentablemente, está hoy sobre la mesa, con cuatro muertos en lo que va de año en la región y más de 30 el año pasado. El otro día hablaba de invertir más dinero ¿Cuánto? ¿El acuerdo regional contra la siniestralidad necesita una vuelta?

¿Cuánto dinero más? El que haga falta para poder visitar todas las empresas, por lo menos en aquellos epígrafes que tienen más nivel de riesgo o los que están incluidos en el anexo 1 de la Ley de Intervención.

Muchos accidentes mortales, la mayoría, no se producen por falta de medidas de prevención, son in itinere, por infartos… Ahí poco podemos hacer los empresarios más allá de concienciar en torno a llevar una vida saludable o conducir con precaución.

Los que nos preocupan son casos como las caídas en altura, que deberían ser algo ya fuera de todo riesgo. Tenemos que ser capaces de llegar más al fondo, y esto requiere visitas a empresas y concienciación, sobre todo en los pequeños núcleos y en las pequeñas empresas, donde sigue habiendo problemas de prevención.

¿Visitas informativas del Gobierno regional o visitas de la Inspección de Trabajo para sancionar?

Nosotros estamos haciendo también visitas. En 2019 a más de 1.200 empresas, afectando a más de 70.000 trabajadores. En estas visitas, nuestros técnicos de prevención inspeccionan, miran y elevan un informe al empresario, donde se le dice las deficiencias que ha detectado.

Es una labor informativa, de asesoramiento, de ver lo que tienes mal y cómo deberías mejorarlo. Normalmente las empresas responden y siguen las recomendaciones de los técnicos pagados por la Cecam contra un programa de la Junta. Lo están haciendo también los sindicatos.

¿Y más inspección de trabajo y más sanciones?

Creo que se hacen las inspecciones adecuadas y las sanciones son importantes, a pesar de que los sindicatos se quejan alguna vez. No creo que la vía deba ser siempre la de poner una multa. Estamos más por la vía de enseñar, de decir «esto lo tienes mal» y «procura hacer esto para mejorar tu sistema de prevención», de estar pendientes y de insistir.

Da la sensación de que no se ha aprendido nada. Tras el parón de la crisis, la siniestralidad ha vuelto a repuntar, especialmente en sectores como la construcción.

Tenemos un sistema de contabilidad en el que se computa todo, hasta si usted ahora se clava una grapa en el dedo. Esto no pasa en Alemania o Francia. Tendríamos que centrarnos más en los accidentes graves e investigar muchos los incidentes que no acaban en accidente. Se pueden hacer muchas cosas con imaginación y con más dinero, porque hay que visitar más.

A nivel provincial las relaciones entre la patronal y los sindicatos no son tan idílicas como en el ámbito regional, sobre todo a la hora de negociar convenios. ¿Cómo afrontan este año? ¿Cuáles son los más complicados?

La relación no es idílica, está basada en un esfuerzo de los sindicatos y nuestro para aparcar diferencias y sentarnos. Nunca nos hemos perdido el respeto y esto es fundamental. El ataque personal está prohibido.

A medida que vas descendiendo en las organizaciones, el nivel de respeto o de comprensión de la situación global se pierde mucho. Estás ahí para conseguir un incremento del 4,8%, cuando el otro te ha dicho un 1,9, y no hay nada más que decir en el mundo. Es un error que está ocurriendo en todas nuestras mesas. Comercio es un sector muy complicado, al igual que Limpieza, Transporte…

Tenemos que tener personas sensatas, que sean capaces de tener una visión más global que la de la mesa concreta en la que están sentados discutiendo a cara de perro, porque eso ocurre y va a ocurrir toda la vida.

 La palabra favorita de la patronal en estos casos es la de ‘contención salarial’. ¿No hay nunca opciones de subida?

Nos gustaría tener otras opciones, pero cuando vemos las palancas que un empresario tiene para controlar sus costes de producción y seguir siendo competitivo... solo tiene una disponible y es, desgraciadamente, la de la mano de obra. Puede negociar con proveedores para que le bajen un poco la luz o las materias primas, pero el resto tiene que salir de la masa salarial en un país como el nuestro, confiscatorio al cien por cien. Cualquier pequeño empresario con el que hable le va a decir que está todo el día pagando si no es una tasa es un impuesto, que no tiene otra cosa en la cabeza. No es una palabra favorita, es la única palanca que tienes para seguir fabricando y vendiendo al precio que te pagan en la calle.

Los planes de empleo de la Junta van a arrancar en breve. La Cecam nunca ha estado muy de acuerdo con esta medida, ¿la ve viable a medio largo plazo?

Es pan para hoy y hambre para mañana, nosotros no lo vemos con buenos ojos. Sin embargo, no nos hemos opuesto a ellos porque nos han explicado, y tienen razón, que hay una serie de personas que entran en los planes de empleo que, por el motivo que sea, nunca estarían contratados en una empresa privada y es cierto. Personas con cero formación, que no saben hacer nada y que, además, suelen ser reiterativos en faltar al trabajo. Nuestra duda es por qué un plan de empleo y no ayudas de bienestar social directamente.

¿Una renta básica?

Eso es lo que defiende el vicepresidente.

En los últimos años se ha potenciado la implantación de grandes empresas de logística. ¿Es un buen modelo para Castilla-La Mancha?

Sí, sin duda. Son industrias limpias que consumen pocos recursos y, además, te colocan en el mapa. Empresas punteras han elegido Castilla-La Mancha para ubicarse y esto te sitúa y te hace ser una región con cierto atractivo, que no es poco. ¿Cuál es el éxito de Zara o Amazon? Su logística.

El otro día el presidente avanzó su intención de poner en marcha una Ley de Industria regional. ¿La ve viable?

No veo el hueco de esta ley, pero porque no nos la han explicado. Tampoco me parece bien estar regulándolo todo. Hay mercados que se ajustan solos. Con todo, cuando tengamos toda la información de por dónde va a ir esta Ley, tendremos una opinión.

Precisamente hace un par de semanas se quejaban de la excesiva regulación de la región.

No se puede regular todo hasta el mínimo extremo. La economía tiene que fluir.  El único país comunista que funciona es China y el comunismo de China en este tema ya lo quiero yo en España. La carga administrativa que tiene esta país es enorme, todo se regula.