Paso firme del CB Cuenca Femenino

Jonatan López
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Alberto Almódovar, técnico del equipo conquense, no oculta que el objetivo ambicioso del club pasa por ganar la Copa y llevarse la Liga para ascender de categoría

Foto de la plantilla del club conquense femenino de esta campaña. - Foto: CB Cuenca Femenino

Cinco de cinco. Ese es el balance que, hasta la fecha, acumula el Club Baloncesto Cuenca Femenino en el campeonato de la Segunda Femenina de Castilla-La Mancha. Un arranque inmaculado cuyo secreto tiene varias razones. El conjunto mantiene a la mayoría de las jugadoras del pasado año –se han incorporado también jóvenes valores– y veteranas como Cristina Álvaro, Sara Morillas o Mariela Bonilla, por mencionar algunas de ellas, están en su mejor momento.

La hoja de ruta «va de forma correcta y tratamos de seguir en ese camino», declara el entrenador, Alberto Almodóvar, que subraya como primer objetivo «mejorar partido a partido y en los entrenamientos», de cara a disputar el torneo de Copa que se celebra para el mes de febrero y ganarla después de tres años sin poder hacerlo». 

No obstante, la principal meta es ganar la competición y, si las circunstancias se dan, ascender a la Primera Femenina –denominada este año Liga RibéSalat–. «No hay que esconderse. Somos un equipo que debemos asumir ese rol y nuestro principal objetivo es ser campeonas. Me haría ilusión», afirma el técnico.

Gran momento. El buen momento que vive el CB Cuenca Femenino se debe, entre otras razones, al estado óptimo de una plantilla en la que brillan las jugadoras más veteranas. 

«El año pasado tuvimos a Mariela, Carmen García y a Cris lesionadas y, aunque es la misma plantilla, las jugadoras están físicamente muy bien», comenta Almodóvar, que constata que «somos un equipo difícil de batir porque tenemos a tres de las mejores jugadoras de la liga, sin duda, por su calidad y sobre todo por su experiencia». Veteranas a las que se añade un grupo de jugadoras que llevan varios años en el equipo y que, a pesar de su juventud, acumulan años de experiencia; caso de Carmen García o las hermanas Laura y Lidia Argenta. 

El técnico conquense, que este año está acompañado en el banquillo por Marta Morillas –jugadora en proceso de recuperación tras una lesión que le obligó a pasar por el quirófano–, cree que el basket femenino de la capital tiene reemplazo con el equipo júnior que se ha formado y que reúne a otro puñado de jóvenes valores. «Hay varias jugadoras que son susceptibles de crear un equipo entorno a ellas en el futuro. Además, este año hemos podido sacar este equipo júnior  y vamos a intentar que alguna de ellas –Carmen Dolz, Natalia o Celia–, que están en dinámica de entrenamientos con el primer equipo, puedan ir aportando», cuenta el entrenador, que también señala a Maite, Irene o Inés, «jugadoras jóvenes que no son de aquí, que están estudiando y que probablemente estén un tiempo con nosotras».

Y es que, «si se quiere mantener el baloncesto en Cuenca», no queda otra que «crear una base, una cantera, y a partir de ahí seguir sacando jugadoras. Es clave ese equipo júnior y ese trabajo que se está empezando a hacer otra vez en las escuelas, con un equipo alevín femenino que ya está entrenando».