La despoblación es un mal endémico que ataca sin piedad a una parte notable de nuestra piel de toro. No en vano, nueve de cada diez españoles se concentran solo en un 30 por ciento del territorio, fundamentalmente, Madrid y el litoral. Dentro de ese 70 por ciento restante que han coincidido en etiquetar como la 'España Vaciada', Cuenca, Soria y Teruel por encima de cualquier otra provincia, ocupan una posición de 'privilegio', muy a nuestro pesar. De hecho, son los tres únicos territorios con una densidad de población inferior a 12,5 habitantes por kilómetro cuadrado, que es el listón que define Europa para determinar que esas zonas han entrado en la unidad de cuidados intensivos del reto demográfico porque el paciente tiene por los suelos las constantes vitales.

A nadie escapa que cualquier baremo que utilicemos en este sentido sobre la provincia arroja unos titulares más que llamativos. Comprobar de forma pormenorizada las series históricas de población del último medio siglo o analizar las proyecciones de futuro generan más frustraciones que ilusiones, aunque como se suele decir, la esperanza es lo último que se pierde. Eso sí, poco ayuda a posicionarse dentro del optimismo que más de la mitad de los conquenses residan fuera del territorio provincial. Según los últimos datos provisionales del padrón continuo –actualizados a 1 de enero de 2022– 147.860 de los 288.093 conquenses que viven en España lo hacen más allá de los 238 municipios que conforman Cuenca, o lo que es lo mismo, el 51,3 por ciento. A éstos habría que sumar la diáspora en el extranjero, que ya alcanza las 3.848 personas.

Provincia a provincia, éste el segundo peor dato de toda España, solo superado por Soria, cuyo porcentaje de emigrantes aumenta levemente hasta el 51,9 por ciento. En tercer lugar se encuentra Ávila con un 51,1 por ciento, y después Teruel y Zamora con un 49 por ciento. En las antípodas del caso conquense, los dos archipiélagos junto con Valencia, que además son las únicas zonas de España que bajan de los dos dígitos en este apartado. En general, los guarismos solo los maquillan otros territorios del litoral o con un importante desarrollo industrial. Si centramos el foco en Castilla-La Mancha, la única provincia que es capaz de hacerle cierta sombra a Cuenca es Guadalajara, con un 40 por ciento de emigrantes. Varios escalones por debajo se encuentran Ciudad Real, Albacete y Toledo, en ese orden, con porcentajes que oscilan entre el 33 y el 37 por ciento.

Más de la mitad de los conquenses vive fuera de la provincia

Provincias de destino. ¿Y dónde van los conquenses que, por los avatares vitales que sea, no residen en la provincia que les vio nacer? Fundamentalmente a un sitio: Madrid. La colonia de conquenses en la capital del reino supera, a 1 de enero de 2022, las 50.000 personas. Más de un tercio de los nacidos en Cuenca que han tenido que emigrar eligieron esta comunidad vecina, que arroja un saldo negativo superior a 40.000 después de restarle los casi 10.000 madrileños que cambiaron el Paseo de la Castellana por la calle Carretería.

La segunda provincia española con más emigrantes conquenses es Valencia, que supera los 44.200, mientras que del territorio del Túria Cuenca apenas ha recibido 4.300 valencianos. Se nota, y mucho la influencia del Levante, pues Alicante y Castellón se posicionan como la tercera y la cuarta provincia de destino de los conquenses, con 5.884 y 2.802, respectivamente. Hay que viajar hasta Cataluña para encontrar la segunda y la sexta provincia de acogida, que son Barcelona (15.118 habitantes nacidos aquí) y Tarragona (1.422). El quinto escalón es para las Islas Baleares, donde actualmente viven 2.628 conquenses.

En todos estos casos, la diferencia entre los que van y los que vienen es sobresaliente. De hecho, el número de provincias en las que el saldo en esta particular resta se muestra en color verde para Cuenca se pueden contar con los dedos de las dos manos. Literal, pues son nueve más las dos ciudades autónomas. En la mayoría de casos, por un 'puñado' de vecinos: Lugo (+7), León (+3), Zamora (+16), Ceuta (+9) y Melilla (+5). Algo por encima se encuentran Salamanca (+28), Soria (+25), Cáceres (+39), Córdoba (+35) y, sobre todo, Badajoz (+100). Ahora bien, si hay un caso que llame poderosamente la atención y que se lleva la palma es Jaén, pues por los 253 conquenses que hicieron las maletas para poner rumbo a la tierra olivarera, hemos recibido 594 jienenses que ahora residen en Cuenca. La diferencia es de 341 personas.

En clave regional, todos los balances son negativos. En Guadalajara, Albacete y Toledo, la diferencia a la baja para Cuenca ronda o supera los 1.500 vecinos. Solo hay un caso en el que la desigualdad no es tan notoria, Ciudad Real, donde solo hay 38 personas de diferencia, pues acogemos a 1.487 ciudadrealeños por 1.525 conquenses que hacen vida en territorio manchego.