Si quien más quien menos está notando la subida de los precios, imagínense aquellos que además tienen que comprar más yogures, calentar un piso con más habitaciones o hacer más trayectos con el coche. Las familias numerosas están teniendo que cambiar algunos de sus hábitos para hacer frente a la inflación. Es una de las conclusiones que se extraen del estudio que ha hecho Acamafan, la Asociación Castellano-Manchega de Familias Numerosas. Para realizar este informe, 600 familias numerosas rellenaron un formulario a comienzos de marzo.

La encuesta se hizo, por tanto, cuando todavía no había acabado el invierno, pero la gran mayoría de las familias numerosas admitieron que habían tenido que disminuir el uso de la calefacción. Así lo contestó el 88 por ciento de las mismas. Desde la Asociación recuerdan que la mayoría de las familias numerosas se benefician del bono social, pero con todo el precio sigue siendo alto. 

Asimismo, se han visto obligadas a disminuir el gasto en otros ámbitos. El ocio es uno más sacrificados. Un 85 por ciento asegura que ha disminuido lo que se conoce como ocio en familia, que incluye actividades como ir al cine o salir a comer fuera, aunque sea a sitios económicos.  El 69,1 por ciento ha ahorrado también en viajes, lo que puede ser significativo de cara a las vacaciones.

También la subida de precios afecta al ámbito formativo. Un tercio ha reducido el gasto en extraescolares, un 24,4 por ciento en actividades deportivas y un 15,3 en excursiones del colegio.