La histórica borrasca Filomena y la posterior ola de frío dejaron sin agua corriente a numerosos vecinos de la comarca. Aqualia, empresa que gestiona el agua en la Mancomunidad de Aguas El Girasol, calcula que las viviendas afectadas ahora mismo son más de 700, principalmente de hogares unifamiliares de municipios donde las tuberías discurren en poca profundidad y el consumo de agua no es continuado.
«Ha habido casos en Tarancón, pero muchos más en pueblos de la zona, El Ballestar, Fuente de Pedro Naharro, Villarrubio, una avería de la red general en Uclés», dice Miguel Ángel Medina, jefe de servicio de Aqualia en la zona. Aunque se lanzó un aviso a la población para que protegieran el contador con mantas o materiales que funcionaran como aislantes térmicos, como el cartón, en muchos casos fue tarde.
Los afectados han vivido la situación con desesperación, como afirma una vecina fuenteña, que ha estado «ocho días sin agua, hasta que se descongelaron las tuberías, se rompieron el contador, me lo cambiaron y listo», o el propietario de la Juguetería La Paz de Tarancón, que «con mucho esmero, durante días y horas, con un soplete, mi padre, que fue fontanero, por fin lo consigo, pero han sido nueve días sin agua corriente». Por parte de Aqualia, Medina expresa con impotencia que «nos trasladaban el problema, pero no teníamos una solución mágica para ayudarles, en casas donde había personas mayores, niños o enfermos, se ha pasado fatal». La recomendación era aplicar calor de forma uniforme, sumergiendo una toalla o camiseta en agua caliente, y envolver el contador, la llave de paso y la acometida para que se descongelera lentamente. El uso de sopletes no está aconsejado por si la tubería es de plástico puede quemarse.
Con la bajada de las temperaturas de los últimos días, ya sí se está logrando descongelar y que corra el agua, aunque están apareciendo roturas de contadores, llaves de paso o tuberías. «Estamos reponiendo contadores reventados a toda velocidad, esperamos acabar a finales de la próxima semana», concreta el técnico responsable en El Girasol.
Todos estos daños mencionados, junto con desperfectos en líneas eléctricas o la avería del transformador de sondeo de Rozalén del Monte, se han incluido en el informe inicial presentado para la solicitud de ayudas como zona catastrófica a raíz de Filomena, pero no se descarta que el número de incidencias siga creciendo, por ejemplo porque hay muchas casas que son segundas residencias a las que aún los propietarios no han podido acudir para evaluar las posibles consecuencias.