Regresa la acción a uno de los museos más emblemáticos

Manu Reina
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Los alumnos del colegio La Paz visitan el Museo de Cuenca y disfrutan de la recuperación de talleres didácticos, como el de ayer sobre el armamento y la ropa que utilizaban los celtíberos en la Edad de Hierro

Regresa la acción a uno de los museos más emblemáticos - Foto: Reyes Martínez

El regreso más esperado y deseado en el Museo de Cuenca. Este espacio cultural, seña de identidad de la ciudad, volvió ayer a poner en práctica los talleres didácticos que viene realizando desde hace dos décadas, pero que tuvieron que suspenderse desde la irrupción de la pandemia. Tras muchos meses de espera son de nuevo una realidad.

Los alumnos de Primaria del colegio La Paz fueron los primeros en disfrutar de estas actividades que, en esta ocasión, se centraron en un taller interactivo para dar a conocer el armamento que usaban y portaban los celtíberos o los íberos durante la Edad del Hierro. Una poblaciones que se asentaron en lo que hoy en día es la provincia de Cuenca. Además, los más pequeños, con unas sonrisas de oreja a oreja y entusiasmados por las directrices de Emilio Guadalajara, tuvieron también la oportunidad de presenciar la muestra Aventuras en el Museo y las figuras de Astérix y Obélix, personajes de Goscinny y Uderzo, que facilitan el acercamiento a la arqueología y a la historia de este espacio cultural conquense. «Es un día muy feliz e importante para nosotros porque retomamos nuestra seña de identidad con la puesta en marcha de talleres», reconoce la técnico del Museo de Cuenca, Concepción Rodríguez.

Los alumnos del colegio La Paz comprobaron además cómo era la vestimenta tanto de los hombres como de las mujeres en la Edad del Hierro. Asimismo, los pequeños realizaron un taller para elaborar un casco de esta época, eso sí, con cartón. «El objetivo es que aprendan lo máximo posible y que su visita al Museo sea muy interactiva», explica Rodríguez. Pero para que sea lo más divertida posible y didáctica es fundamental la labor de Emilio Guadalajara. Un profesor jubilado que, con mucha emoción, se convierte en íbero o celtíbero para que los alumnos puedan adquirir conocimientos de la mejor forma posible, como es a través de una gran puesta en escena. «Les enseño todos los materiales y les hago preguntas para que haya una alta participación», asegura Guadalajara, que además detalla que acude «a la llamada de la dirección del centro para poder realizar con mucho gusto estas interpretaciones». Este profesor jubilado consiguió despertar el entusiasmo, la atención y la intriga en cada niño y niña, quienes seguro no olvidarán su visita de ayer al Museo de Cuenca. 

En el Museo de Cuenca no sólo se lleva a cabo este taller, sino que también se realizan de cestería, de telar, de diseño de kálathos, de terra sigillata, de macramé, de instrumentos musicales, de bisutería, de juegos, de repujado, de filtreo de agua o de danzas medievales y renacentistas. Todos ellos organizados para llegar a todos los públicos. 

En este día tan especial también estuvo la delegada de la Junta en Cuenca, María Ángeles Martínez, acompañada de diferentes autoridades. La delegada destacó que el objetivo es «poner en valor un museo que tradicionalmente ha sido destinado a un público más mayor y que ahora queremos dinamizar a través de talleres, cuentos o teatro dirigidos a los más pequeños».