La decisión que tomó el Papa Benedicto XVI hace siete años, de renunciar al Pontificado de la Iglesia católica creó una situación inédita e inusual en el Vaticano en los últimos siglos. Habría que remontarse hasta Gregorio XII, que gobernó el ministerio petrino entre 1406 y 1415, para conocer un caso similar. 

La coexistencia de dos Papas no debería ser, a priori, un problema en el Vaticano, máxime cuando el Santo Padre alemán prometió que se mantendría apartado y que no interferiría en los asuntos del nuevo Papa, el jesuita Francisco. 

Sin embargo, la realidad ha sido bien distinta, sobre todo si ambos Pontífices poseen opiniones diferentes sobre algunos asuntos teológicos y el Papa emérito rompe el silencio que se había autoimpuesto al separarse del Gobierno de la Iglesia.

La controversia llegó a principios de semana cuando se anunció un nuevo libro firmado por Benedicto XVI y el cardenal de Guinea y prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, Robert Sarah, uno de los principales líderes de la facción conservadora que critica cada movimiento de Francisco. 

El volumen, que será publicado en francés por Fayard y titulado Desde lo más profundo de nuestros corazones, defiende el celibato sacerdotal a raíz del Sínodo sobre la Amazonía donde los obispos aprobaron la propuesta de ordenar a hombres casados en las zonas más remotas.

En algunos de los pasajes, Sarah defiende que ordenar hombres casados no puede ser una excepción sino que es una «violación».

«En conciencia, como hijo de África, no puedo apoyar la idea de que los pueblos en el proceso de evangelización deberían ser privados de este encuentro con un sacerdocio vivido plenamente», subraya el cardenal originario de Guinea Conakri.

La próxima publicación de este libro no parece casual, ya que en breve se espera que el Papa Francisco publique la exhortación apostólica sobre el Sínodo de la Amazonía, en la que, previsiblemente, el Pontífice tome una decisión sobre los llamados viri probati, hombres casados que pueden ser ordenados.

El relato se complica cuando fuentes cercanas a Ratzinger informaron que Benedicto XVIno había escrito el libro a cuatro manos y que se trata de una operación editorial.

Posteriormente es el histórico secretario del Papa alemán y persona de su máxima confianza, el arzobispo George Gaenswein, quien revela que Ratzinger nunca aprobó ningún proyecto con doble firma.

Todo se vuelve aún más confuso cuando el propio cardenal guineano hace públicos los pasos en los que explica cómo se fraguó la escritura  del libro con el texto de Benedicto XVI. A pesar de ello, el religioso africano decide dar marcha atrás y firmar en solitario Desde lo más profundo de nuestros corazones, al tiempo que puntualiza que el Papa emérito ha contribuido en el texto.

Pero, ¿realmente hay dualidad papal como indican estas contradicciones? En este extremo, los doctores de la Iglesia concluyen que no hay ninguna confusión: «No hay dos Papas, existe solo uno, Francisco, porque Benedicto XVI es obispo emérito y no Pontífice».