La nieve despertó la solidaridad vecinal en Tarancón

José Luis Royo
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Familias enteras como la de los Regatero no dudaron en utilizar sus propios medios para limpiar las calles para facilitar la vida de sus vecinos tras el paso de la borrasca Filomena

Ángel Regatero y su tío retiran nieve de una calle. - Foto: Familia Regatero

La madrugada del viernes 8 al sábado 9 de enero Tarancón recibió una de las mayores nevadas que se recuerdan en la zona. Ya el jueves había nevado bastante, pero esa noche se acumuló hasta llegar a los 50 centímetros de nieve, dejando las calles de la ciudad impracticables.

El Ayuntamiento en colaboración con algunas empresas de la localidad trabajó para despejar los accesos a las zonas industriales para que el lunes se pudiera retomar la actividad laboral, pero quedaba mucho por hacer.

Y ahí es donde aparecieron los ciudadanos de Tarancón para, pala en mano, limpiar sus calles y facilitar la vida de sus vecinos. Varias familias al completo trabajaron sin destajo durante ese fin de semana para tratar de hacer olvidar a Filomena.

Una de esas familias es a la de los Regatero, que no dudó en salir a limpiar la calle tras la gran nevada del la noche anterior. «o limpiábamos la calle o la gente se iba a matar por la acera», señala Ángel Regatero.

Y el riesgo no solo estaba en el suelo, también en la nieve acumulada en los tejados, que podía caer y dañar los coches aparcados en la calle. «El objetivo también era quitar la nieve para poder quitar los coches y evitar que se rompieran».

Esta familia no se lo pensó dos veces porque la nevada fue tan grande que «sabíamos que el Ayuntamiento no estaba preparado para afrontar una nevada de tanta dimensión» y a esto hay que añadir que «la empresa de mi tiene maquinaria y teníamos más facilidad para limpiar la calle».

Cada miembro de los Regatero tuvo su función, Ángel recogió la nieve con escoba y cogedor, «mi tío con una pala, mi otro tío con un dumper, cada uno con lo podíamos. Queríamos arrimar el hombro y aportar nuestro granito de arena».

Los Regatero tienen una empresa de construcción y eso les permitió tener herramientas muy prácticas para retirar la nieve, que fueron llevando a un descampado para colocarla en un lugar en la que no molestara. Cinco horas estuvieron retirando nieve y para Ángel «mereció la pena porque además ayudamos a una médico que vive enfrente y que tenía que sacar su coche, que tenía cubierto de nieve y tenía que ir a una urgencia. Se lo sacamos nosotros y le fuimos abriendo camino». También ayudaron a un viajero que «había estado retenido tres o cuatro horas en la autovía y se metió en Tarancón porque era el primer pueblo que le pillaba y no sabía dónde aparcar ni dónde alojarse».

Los vecinos agradecieron a los Regatero su trabajo para que las calles fueran transitables porque el peligro estaba en el hielo que se iba a formar al día siguiente. Recuerda Ángel que en un edificio de enfrente «no se apartó bien el hielo y una señora se cayó y tuvo que venir la ambulancia».

No hacen esto para verse reconocidos, su recompensa es «ver que la gente puede pasar bien por las calles que hemos limpiado», aunque sí que el alcalde les mostró su agradecimiento.

La familia Regatero es solo un ejemplo de la solidaridad de los taranconeros, ya que otras muchas familias se han remangado para ayudar a sus vecinos. Las calles se han llenado de tractores de particulares que han retirado la nieve.