Los embalses recobran el pulso gracias a las lluvias

Leo Cortijo
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Los pantanos de la provincia aforaban un 30,6 por ciento de su capacidad hace tres semanas, con apenas 1.110 hectómetros cúbicos, y ahora ese nivel ha crecido más de medio punto porcentual hasta los 1.130 Hm3.

Los embalses recobran el pulso gracias a las lluvias

La situación era crítica. El paciente había entrado en parada, se encontraba en la unidad de cuidados intensivos, intubado y con las constantes vitales por los suelos. A principios del pasado mes de octubre, La Tribuna llevaba a portada que los embalses de la provincia se encontraban en la cuerda floja con menos de un tercio de agua en su haber. Alarcón, Contreras y Buendía apenas acumulaban 1.100 hectómetros cúbicos, el 31 por ciento de su aforo total. A ese pírrico estado se llegó después de enlazar muchos meses sin apenas precipitaciones. Y la cosa fue incluso a peor porque llover, lo que se dice llover, no ha ocurrido –como diría aquel– hasta hace un suspiro. 

Ahora el cuadro clínico del paciente es otro bien distinto. Las lluvias de los últimos días han propiciado que, al menos, haya recobrado el pulso. Hace tres semanas, los pantanos en territorio conquense aforaban un 30,6 por ciento de su capacidad, alcanzando los 1.112 hectómetros cúbicos. Ahora ese nivel ha crecido hasta los 1.130 Hm3, lo que en términos porcentuales se traduce en un 31,2 por ciento. Es cierto que la subida es de poco más de medio punto, pero –mirando el vaso medio lleno, nunca mejor dicho– también lo es que se ha conseguido poner freno a una tendencia muy peligrosa agravada desde hace meses y que todavía resta todo el invierno y gran parte de la primavera para que las reservas hídricas sigan mejorando su aspecto.

Pantano a pantano. Buendía, dentro de la Confederación Hidrográfica del Tajo, es el embalse con mayor capacidad. En este momento alberga algo más de 276 hectómetros cúbicos, un 16,8 por ciento del total, y eso es 13 Hm3 más que hace tres semanas. El siguiente en tamaño es el pantano de Alarcón, dependiente de la Confederación Hidrográfica del Júcar, merced a sus 1.118 hectómetros cúbicos de capacidad. En este caso el incremento es menos notorio, ya que ha pasado de 541 el 21 de noviembre a 544 a fecha de ayer. Ahora mismo se encuentra al 48,7 por ciento de su aforo. El embalse de Contreras, en la misma confederación que el anterior, es el que menos ha crecido a pesar de las precipitaciones de los últimos días. Apenas ha visto aumentar su nivel un hectómetro cúbico y ronda en este momento los 300 dentro de los 852 que puede retener, o lo que es lo mismo, el 35,2 por ciento de su capacidad.

Los embalses recobran el pulso gracias a las lluviasLos embalses recobran el pulso gracias a las lluvias

Aunque mucho más pequeños en dimensiones, sacamos a colación La Toba y Molino de Chincha. El primero de estos dos ha sido, sin embargo el que, en proporción, más cantidad de agua ha recogido gracias a la lluvia. Ha pasado de tres hectómetros cúbicos a cuatro, por lo que al albergar algo menos de diez deja su nivel total en el 41,2 por ciento. Molino de Chincha, por su parte, es el único que, llamativamente, ha visto bajar sensiblemente su nivel. Si hace tres semanas aforaba 5,8 hectómetros cúbicos y casi colmaba su volumen embalsable al cien por cien, los datos consultados ayer revelaban que esa cota ha disminuido ligeramente hasta los 5,2 Hm3.

 

El Júcar empieza a recuperar caudal y la nieve ya se deja notar en la Serranía

La Serranía amaneció el pasado domingo cubierta por un ligero manto blanco, aunque la nieve se disipó poco a poco por las lluvias que, eso sí, han permitido aumentar el caudal del río Júcar a su paso por Cuenca hasta los 16 metros cúbicos por segundo. Así lo indican los datos del sistema automático de información hidrológica de la Confederación Hidrográfica del Júcar consultados por la agencia de noticias EFE, que señalan que esos 16 metros cúbicos por segundo son el caudal más alto del último mes.

Hace un mes, el 11 de noviembre, era de un metro cúbico por segundo, según las mismas fuentes, lo que se dejaba notar en la fisonomía del río este otoño. La nieve, que no causó incidencias de momento en las principales vías de comunicación de titularidad autonómica, según indicaron fuentes de la Junta, se dejó notar en las localidades con mayor altitud de la provincia conquense.

De esta forma, en la zona de Vega del Codorno las segundas nieves del otoño cubrieron con un ligero manto de un centímetro montes y tejados en la madrugada del domingo, según indicó en declaraciones a EFE el alcalde de la localidad, Rodrigo Molina. El regidor recordó que la semana pasada ya nevó de manera similar, al tiempo que precisó que las lluvias eran las protagonistas del fin de semana. Algo similar ocurrió en Masegosa, una localidad ubicada a unos 1.300 metros de altitud y cercana al nacimiento del río Cuervo, y en menor medida en Beteta, también el corazón de la Serranía conquense.

La nieve, de manera poco copiosa, también apareció en otras localidades como Beamud, sin haber causado problemas en las carreteras, tal y como recogía la página web de la Dirección General de Tráfico (DGT). Así todo, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), la previsión es que en las próximas horas continúen las lluvias, que en localidades como Tarancón dejaron este sábado más de 27 litros por metro cuadrado.