La plaga del conejo de monte desborda a los agricultores

Jonatan López
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Varios productores piden una solución de carácter urgente para controlar una especie que devora los brotes de viñas, pistachos, almendros y olivos

La plaga del conejo de monte desborda a los agricultores

La pandemia, los precios, los destrozos del temporal ‘Filomena’ y ahora las daños severos que provoca la fauna cinegética en los cultivos. No están los agricultores nada contentos con el recién estrenado 2021. A los problemas que ya se arrastraban en el pasado se añade la terrible plaga del conejo de monte que hace ya estragos en varios municipios de la Mancha conquense. La lluvia de los últimos días aceleró el deshielo de la nieve y los agricultores, cuando han ido a revisar cómo están sus cultivos, se han encontrado con la cruda realidad. Los roedores se han cebado, y nunca mejor dicho, con los brotes que nacen del olivar, la viña, los pistachos o los almendros. En poco tiempo, y si nadie lo impide, harán lo propio con el cereal que ya está en su fase de crecimiento.

Uno de los productores que ha alzado la voz es José Miguel Izquierdo, de Los Hinojosos, que elaboró un vídeo –se ha viralizado en las redes sociales– en el que muestra claramente los daños que ha provocado el conejo en su viñedo. «Tenemos todo el término comido por los animales y ya no sabemos que hacer. Los agricultores no podemos estar de día y de noche matando conejos. Eso no es nuestra solución», cuenta Izquierdo, quien pide encarecidamente que «nos escuche alguien. Yo tengo 1.200 cepas enteras comidas para sacar. Como mi parcela, muchas más. Me dan ganas de llorar. Así no podemos vivir».

Izquierdo, que asegura que el presidente del coto de caza de su municipio «no está dando permiso para cazar y no atiende a nuestras demandas», recuerda que el problema «no es de ahora y ha llegado a un punto que ya no podemos aguantar más».

En otros municipios. Los daños no solo se extienden por el sur, hacía Mota del Cuervo, sino que también ocupa localidades del norte, caso de Villamayor de Santiago. Allí, José Luis Torremocha, corrobora que los animales han tirado de los brotes verdes con la nevada. En el subsuelo, y para protegerse del hielo, han abierto galerías y han roído raíces. También han aprovechado la altura de la nieve para evitar los tutores o protectores de 70 centímetros, y mordisquear y carcomer el tallo por su parte alta. «Se han comido plantaciones enteras y nuevas de pistacho, olivo y viñedo. Las viejas no las dañan porque los animales buscan lo tierno», cuenta el productor villamayorense.

Torremocha menciona que esta especie «no es autóctona. De hecho, este conejo que hay ahora no está en los montes, sino que se ha desplazado a las zonas de labor. El conejo de ahora actúa de una manera diferente al de antes. Trepa, se sube a la parte alta del árbol y se come hasta metro y medio, cuando el de antes no lo hacía».

demandas de asaja. Asaja en Castilla-La Mancha advirtió este pasado viernes que la resolución del Gobierno regional, que limita la movilidad de los trabajadores en este periodo de confinamiento municipal, complica más todavía el control de los daños de los conejos y la caza mayor. 

La organización agraria, que desde hace tiempo denuncia el problema que está sufriendo el campo por los daños cinegéticos, recuerda que esta situación está generando una gran incertidumbre entre los agricultores y solicita que la Junta de Comunidades permita el movimiento de cazadores para que se controle la superpoblación de especies como el conejo.

Y es que la patronal del campo viene advirtiendo que la práctica ausencia de monterías, batidas o ganchos a lo largo del año pasado ha provocado que otras especies como el jabalí, el gamo, el ciervo y el corzo hayan aumentado considerablemente su población. Con la llegada del buen tiempo, en primavera, es factible que se dejen notar y causen destrozos cuantiosos en las explotaciones, además de provocar accidentes en las vías de circulación.