El renacer del abrazo

R.L.C.
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El poeta Javier Navarro plantará un árbol en la pradera de la ermita de Riánsares por cada ejemplar vendido de su último libro, con el que invita al lector a decir "te quiero". Este fin de semana realiza dos presentaciones en Tarancón.

El taranconero Javier Navarro, de 24 años, ha presentado su último poemario por toda la provincia este verano. - Foto: JAVIER DE MIGUEL

Al poeta taranconero Javier Navarro Catalán, de 24 años de edad, se le partió el corazón cuando a raíz de la pandemia por la Covid-19 un acto tan cotidiano y natural como el de abrazarse quedó prohibido. «No me lo podía creer, me estaban privando de abrazar», afirma al confesar que realmente antes del confinamiento por la actual crisis sanitaria «abrazaba poco y realmente fue cuando nos lo prohibieron cuando vi la necesidad del abrazo, de la caricia, para todos».

Con su último libro, Renaceres de Esperanza, que en realidad son dos, primera y segunda parte, que al unirlos forman un corazón, invita al lector a abrazar de nuevo. «Lo que quiero transmitir a la persona que se haga con estos poemas, con mi corazón, es que lo abrace, hasta que sienta su pecho al sol», explica. Javier Navarro, estudiante de Arte Dramático, después de más de año y medio de pandemia, con buena parte de la población vacunada, ha vuelto a abrazar, rito que prefiere enfrente al de besar. 

«Con un beso la mala vibra se contagia, con un abrazo sin embargo se descarga, para mi existe una diferencia importante, por eso prefiero abrazar», cuenta este poeta conquense, que durante los meses de julio y agosto ha estado presentado su última publicación por numerosos pueblos de la provincia, y de otros puntos de la región. Ante el público de localidades como, Huete, Cólliga, Corral de Almaguer, Fuentelespino de Haro, Mota del Cuervo, Villa de Don Fabrique, Saelices, Belmonte o Zarza de Tajo, ha expuesto un monólogo reflexivo, abordando temas como la felicidad, el amor, la muerte, la vida, Dios. Encuentrso íntimos y reducidos en los que, apunta, «me he encontrado de todo, desde gente que rechazaba la importancia de asomarse dentro de sí mismo, hasta personas que han llorado junto a mí». Para Navarro, en estos dos puntos opuestos está la diferencia entre las personas que no ven porque no quieren o no se atreven, y las que sí realizaron junto a él un ejercicio de introspección e incluso compartieron sentimientos.

Defensor de que se puede mejorar el mundo a través de la poesía, en Tarancón este viernes presenta Renaceres de Esperanza en el hotel Ansares, a las ocho de la tarde, y el sábado, a las 22,30 horas, en el Casino La Unión. También tiene previsto conquistar al público desde su tierra natal el segundo fin de semana de octubre con un acto similar en Casa Parada. 

«Metafóricamente es un libro para decir te quiero, en estos tiempos donde el afecto está tan aclamado», detalla su autor. Está formado por total de 66 poemas en los que, sin abandonar el desamor, además de los sentimientos que brotaban de su alma a raíz de la pandemia, también aborda otras temáticas como la autosuperación, la introspección, el crecimiento personal. «Creo que a partir de este libro he alcanzado la maduración poética porque abordo temas existenciales, cuestiones o situaciones que no solamente me afectan a mí, sino que son conclusiones que pueden servir a cualquier persona, bien porque no las sepa o porque no se atreve a plasmarlas, o cualquier otro motivo», señala.

Y es que, desde que viera la luz su primer poemario, De mi arte que sería sin la musa mía (2018), después vino Silencios escritos (2019) o Donde se refleja el alma, Javier Navarro ha dado un paso más. Por cada libro vendido plantará un árbol en la pradera de la ermita de Riánsares, gracias al apoyo del Ayuntamiento taranconero. 

huella en el mundo. Además, por cada ejemplar donará un euro a entidades como Cruz Roja o Ecomar. «Una persona que se haga con este libro puede dar una parte a quien lo desee, dar su corazón, decir te quiero con este poemario», añade este artista de la palabra, que considera que «inconscientemente todos pensamos en el medio natural, pero quizá no llegamos a reflexionar en nuestra huella en el mundo, y por qué no servirnos de la poesía en beneficio del mundo, de las personas». Renaceres de Esperanza brinda la oportunidad, resume, «de abrazar más, de decir te quiero, de plantar un árbol, de colaborar con una asociación asistencial o medioambiental». 

Toda una creación fruto de la pandemia con la que este poeta sigue avanzando en su trayectoria. Su siguiente proyecto es un nuevo libro, que tiene previsto lanzar a finales de año, a través de la Diputación provincial de Cuenca, y junto con el pintor Fernando Pellisa.