Un sueño cumplido

José Luis Royo
-

Fernando Dominguez, piloto de Palomares del Campo logró finalizar el Dakar en su primera participación

Fernando Domínguez muestra su alegría en el podio tras concluir el Dakar. - Foto: Club Aventura Touareg

«Es un sueño cumplido, estoy en una nube y no me lo creo todavía». Son las palabras de Fernando Domínguez, piloto de motos de Palomares del Campo, que en su debut en el Dakar logró terminar y además lo hizo en el puesto 56. Un sueño que tiene desde pequeño y que ya se ha convertido en realidad.

Y no se trata de una exageración propia del momento de euforia que vive Fernando, sino de que es rigurosamente cierto. «Soy de Palomares delCampo y desde que tengo uso de razón recuerdo ver pasar la carrera Montes de Cuenca, con 14 años me dejaron una moto y solo quería correr los Montes de Cuenca y elDakar. Tenía hasta la baraja del Dakar, lo he querido siempre».

El problema es, como casi siempre, el económico. «Llevaba toda mi vida soñando con esto, con poder hacerlo y económicamente era prácticamente imposible. He estado muchos años dándole vueltas y pensé que si a los 35 no lo había corrido, me olvidaba», explica.

Pero no fue así y «hace dos años me separé y vi que todavía estoy fuerte. Además, la empresa que tengo enMadrid estuvo a punto de cerrar y dije o lo hago ahora o como cierre la empresa no había niguna opción».

Reconoce que en se momento «decidí liarme la manta a la cabeza» y contó con la ayuda de un amigo que le pagó la mitad de la moto, más algunas pequeñas ayudas y el proyecto salió adelante.

No fue fácil porque a nivel económico, al ser un piloto privado, los costes son muy altos «y superan con  mucha diferencia lo que te planteas al principio», afirma Fernando Domínguez, que acudió  al Dakar con un KTM 450 RallyRéplica «de las que se hacen pocas unidades año, estamos hablando de unos 75.000 euros», aunque se puede hacer por unos 50.000 si se hace con una moto de enduro normal y sin asistencia técnica.

En realidad no era la primera vez que Fernando Domínguez estaba en elDakar, lo había hecho en la caravanan de la prensa. «Tengo una empresa que lleva una subcontrata con Toyota España, me encargo del mantenimiento de los coches que salen en las revista y en el 2006 pude ir de jefe de taller de los coches que había para llevar a los periodistas a todas las zonas del Dakar y aquello fue una gran experiencia».

Solo ante el peligro. Fernando participó en la categoría de motos donde el piloto está solo y reconoce que es complicado. «El tema físico es muy duro, los últimos días todo el mundo te apoya como si fueras un héroe, en la moto cada kilómetro, cada golpe te lo comes tú solo», comenta, aunque afortunadamente existe «el espíritu del Dakar» y «sobre todo en la parte de atrás hay mucho compañerismo».

En cualquier caso, el de Palomares reconoce que «se me ha hecho más difícil de lo que me esperaba, pero acabar en el puesto 56 no estaba ni en mi mejor sueño». De hecho muchas veces por su mente pasó la decisión de abandonar, «pero mi apodo es Cabezón y, aunque piensas en dejarlo, te paras y te dices aquí has venido a esto y sigues».

Los expertos dicen que ha sido el Dakar más duro de la historia yFernando lo reafirma. «La navegación ha sido muy complicada, pasábamos por piedras brutales, dunas que no se habían visto en años y, aunque es una experiencia brutal, se pasa miedo».

Lo que peor llevaó Domínguez eran los enlaces.  «Cuando terminabas la etapa y para ir a la salida del día siguiente te tienes que hacer 300 kilómetros mása».

En una de las etapas tuvo que buscar una gasolinera en pleno desierto para poder repostar y terminar la etapa. «Uno de mis compañeros rompió el motor el cuarto día, al día siguiente me di un golpe en una de las dunas y tengo alguna costilla fisurada, pero ese compañero, un portugués que se llama Alexandre Azinhais decidió continuar para echarme una mano» y por eso asegira que lo mejor de este Dakar ha sido «vivir cada día con una persona que lo ha dado todo para intentar que tú acabes. En el podio le di mi medalla,aunque no la aceptó. Me quedo con eso y la satisfacción de terminar».

Fenanndo Domínguez tiene claro que «volvería sin duda a hacer el Dakar»,pero para ello debería «econtrar patrocinadores que me apoyasen. El problema es que económicamente no puedo hacer un esfuerzo otra vez».