Convertir en arte lo cotidiano

R.L.C.
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La Fundación Antonio Pérez, de la Diputación provincial, acerca la posibilidad de crear arte con la exposición itinerante 'Abanicos Intervenidos'. El 7 de febrero Tarancón acoge un taller abierto a todo el público.

Alumnos del colegio Melchor Cano de Tarancón tras plasmar su visión creativa en un objeto cotidiano, en el taller de la Fundación Antonio Pérez a partir de la exposición 'Abanicos Intervenidos'. - Foto: RIÁNSARES L.C.

Transformar un objeto cotidiano, que puede estar en la calle o en casa, hasta incluso llevarlo a perder su función original por que pase a ser una pieza artística es la propuesta que está delante, y detrás, de la exposición itinerante Abanicos Intervenidos de la Fundación Antonio Pérez, de la Diputación provincial. 

La muestra, que se puede visitar en el Museo de Arte Contemporáneo de Tarancón hasta el 8 de febrero, está compuesta por una selección de los abanicos realizados por alumnos de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid, en colaboración con la Galería Estampa de la capital española -de hecho se presentó por primera vez en la Feria de Arte Contemporáneo Estampa 2008- y la Fundación Antonio Pérez. Son obras realizadas a partir de un objeto común, tradicional, pero a la vez no es el típico soporte, lo que ayuda a buscar, a encontrar otras formas de hacer arte. Diferentes técnicas y conceptos, pues en cada uno está la visión creativa personal de cada autor, toda una intervención que ha desembocado en piezas de museo. Y la esencia de este proyecto se mantiene viva en cada uno de los lugares que visita esta muestra itinerante, ya que en torno a ella se organizan talleres, para escolares, o abiertos a toda la población (en Tarancón el próximo 7 de febrero a las 18,30 horas en el auditorio). El objetivo es acercar el arte y dar la posibilidad de crear, que las piezas expuestas ayuden a desarrollar habilidades al propio espectador, que animen a reflexionar sobre los sentimientos que generan y facilitar un vínculo con el arte contemporáneo, que en muchas ocasiones no deja poso por la rapidez con la que vemos las obras o la dificultad para entenderlas. Así lo comenta Pablo Alfaro, monitor del taller, donde a partir de una bandeja (soporte que también forma parte de los fondos de esta muestra) se proponen dinámicas, como romper el marco creativo. 

«A los creadores, a los artistas, les da igual la técnica, los materiales, el soporte, todo se utiliza como una manera de expresarse y de crear, de expresar sentimientos y de llamar a nuestra memoria sensitiva», apunta Jesús Carrascosa, presidente de la Fundación Antonio Pérez, que considera que en el caso de los Abanicos Intervenidos «es muy difícil que el que pase y los vea no sienta algo, y si eso se consigue estamos hablando de arte y estaremos felices de que se produzcan esas emociones, máxime en estos tiempos tan difíciles». 

Desde un objeto tan cercano e intergeneracional como el abanico, la barrera entre el público y el artista se hace menos visible. De ahí el éxito de esta muestra, que ya ha pasado por distintos municipios de la provincia y lo seguirá haciendo a demanda de los ayuntamientos. En el caso de Tarancón, el concejal de Cultura, Raúl Añover, subraya que «estoy convencido de que va a ser la primera de muchas más exposiciones» de una Fundación Antonio Pérez que este 2023 celebrará por todo lo alto su 25 aniversario, con 44 exposiciones en sus tres sedes (el Centro de Arte Contemporáneo de Cuenca, el Museo de Obra Gráfica de San Clemente y el Museo de Fotografía de Huete), otras tantas itinerantes por toda la provincia, además de actividades a nivel nacional e internacional.

Una de las finalidades centrales es acercar la cultura a todos los rincones, especialmente del medio rural, contribuyendo a la lucha contra la despoblación. Acercar el arte, pero como ocurre con Abanicos Intervenidos, para que deje huella, para enseñar a observar, para conocer otras perspectivas que inciten a transfomar lo cotidiano, que enfaden o alegren, el caso es que transmitan, que inviten a compartir vivencias, técnicas, que utilicen la cultura como elemento de cohesión territorial, como mucho más que una herramienta de difusión artística, pues su función social, no tiene precio, ni comparación.