Una abstención anunciada

Agencias
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El PP defiende que la moción de censura, que no tiene los votos necesarios para prosperar, es una pérdida de tiempo con la que Vox dará un «balón de oxígeno» a un Gobierno «en llamas»

Feijóo no acudirá al Hemiciclo la jornada del debate porque entiende la medida activada por los de Abascal como un «teatrillo». - Foto: Europa Press

Una máxima inspira a la actual dirección nacional del PP: no entrar en el juego de una moción de censura planteada por Vox que, desde su punto de vista, solo beneficia al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. En ese objetivo se enmarca la decisión de su líder, Alberto Núñez Feijóo, de no acudir al Hemiciclo para seguir el debate, al ver la iniciativa como un «show», un «espectáculo» o un «teatrillo».

También en esta meta encaja la estrategia de los conservadores de mantenerse al margen frente a Vox, que se reivindica como la única oposición a Sánchez, y ante el jefe del Ejecutivo que, aprovecha la coyuntura para acusar a Feijóo de estar tras el plan de Santiago Abascal.

Génova denuncia que esta moción de censura, que no tiene los votos necesarios para prosperar, es una pérdida de tiempo en la que Vox solo persigue un objetivo partidista, el de recuperar foco, aun cuando el peaje es dar un «balón de oxígeno» y salir al «rescate mediático» de un Gobierno «en llamas» y cercado por polémicas.

Las contundentes críticas del PP a la iniciativa no se traducen, sin embargo, en un voto en contra, pese a que algunas voces en el partido consideran esta como la mejor opción. Frente a ellas, hay otras que opinan que el no de Pablo Casado en la moción presentada por Vox en octubre de 2020 y su duro discurso contra Abascal fueron un error. Aquel «hasta aquí hemos llegado» de Casado supuso su ruptura con Abascal, a quien hasta entonces le unía una amistad y que cortó toda comunicación con el entonces presidente del PP.

Feijóo inauguró una nueva etapa tras relevar a Casado en el liderazgo. El gallego, que lleva la moderación por bandera, tiene como objetivo encabezar un Gobierno monocolor y así lo recalca en público y en privado, aunque en Génova no han cerrado oficialmente la puerta a pactar con Vox, un partido clave para sumar en las generales, pero también para dar el vuelco a Gabinetes autonómicos y locales ahora en manos del PSOE.

Así las cosas, los populares no han dejado de criticar una iniciativa que consideran fallida y extemporánea y a la que asisten atónitos por el riesgo que recurrir a Tamames implica para Vox.

Y mientras marca distancias con el plan insólito de los derechistas, el PP se reivindica como el único partido que busca seriedad y estabilidad para España, frente a los que orquestan un «circo» estéril que «distrae» de lo importante.

«Cachondeo». No solo en Génova cargan contra la moción de Vox. El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, también se refirió a ella apuntando que la debería hacer el país contra el líder de ese partido».

Para el dirigente socialista, la formación derechista y su presidente «se están tomando a cachondeo» a la democracia y al Congreso de los Diputados.

«Se pasan el día diciendo que este es un Gobierno social comunista y ponen a un comunista. El problema no es que quieran quitar a Pedro Sánchez, porque el PP les apoyaría. El problema es, ¿qué proyecto tiene un partido que propone al que mantuvo la bandera del Partido Comunista? Hay dirigentes comunistas que sentirían vergüenza. Es una falta de respeto al sistema democrático», destacó.

Asimismo, García-Page afirmó que «claramente» Tamames no está «en condiciones» de ser el jefe del Ejecutivo nacional, algo que no defiende por su edad.