Editorial

Urge un Gobierno para acabar con el bloqueo autonómico

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España está de vacaciones. Y el presidente en funciones, Pedro Sánchez, no ha querido perder la oportunidad de descansar en el habitual destino vacacional de los inquilinos de La Moncloa, el parque nacional de Doñana, en Huelva. Durante las dos semanas en las que el líder socialista ha reposado entre marismas, el país se ha visto sacudido por una serie de asuntos más que graves, a los que han hecho frente los miembros de su Gabinete, eso sí, según La Moncloa, en contacto directo con el presidente. A saber: la crisis migratoria a causa del Open Arms, resuelta a medias y de golpe y porrazo por un fiscal italiano; el incendio de Gran Canaria -el tercer incendio, para ser más exactos, en pocas semanas-, cuyas consecuencias pagará la isla durante décadas, y la alerta sanitaria provocada por una carne mechada en mal estado, y que afecta a decenas de españoles, con fallecidos incluidos, y cuyo final está por definir. Pero sí, Sánchez ya ha vuelto al tajo. Y el primer apunte en su agenda posvacacional ha sido su visita, por fin, a Gran Canaria para conocer de primera mano el alcance del grave incendio que ha asolado miles de hectáreas de tremendo valor medioambiental. Para hoy, el líder de los socialistas tiene previsto presidir el Consejo de Ministros, y el domingo por la tarde viajará a Biarritz para asistir  a una cena con los jefes de Estado y de Gobierno que participan en la cumbre del G7, invitado por el anfitrión de la cita, el presidente francés, Emmanuel Macron. Pero más allá de su agenda oficial, a los ciudadanos les interesa, en especial, saber qué planes tiene Sánchez para formar Gobierno. Los días de asueto en tierras andaluzas puede que le hayan permitido reflexionar sobre si se acerca a Unidas Podemos con el propósito de pactar la investidura, o si todo es un ejercicio dilatorio para llegar al 23 de septiembre sin posibilidad de formar Gobierno, con lo que los españoles se enfrentarían a otras elecciones para noviembre.

Y mientras tanto, no sólo la administración central está pendiente de que el Ejecutivo se forme, sino también las comunidades autónomas, atadas de pies y manos presupuestariamente, con lo que ello supone. De hecho, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ya advirtió hace días que era urgente la formación de Gobierno y poner en marcha el debate por un nuevo de modelo de financiación autonómica en el plazo de un año, ya que, de lo contrario, los gobiernos autonómicos podrían tenerse que ver abocados a aplicar recortes en sus competencias educativas, sanitarias, de servicios sociales o de empleo público. Pero además, las comunidades autónomas no pueden elaborar sus Presupuestos sin saber con qué dinero contarán procedente de su participación en las finanzas estatales. Veremos las soluciones de Sánchez.