La pandemia ha supuesto para Cáritas Diocesana de Cuenca, reforzar todos sus proyectos, especialmente los que están dirigidos a aquellas personas que son más vulnerables como pueden ser, por un lado, las personas más mayores, en donde está previsto que su servicio de reparto de comidas a domicilio se incremente el próximo mes de febrero en 30 familias y, por otro, los que no tienen hogar y que están en la calle, los cuales, además, de acompañarles a la hora de hacer todo tipo de trámites, desde Cáritas se les ha dado la alternativa de una plaza en una pensión, siempre y cuando el albergue estaba lleno, elevándose, no obstante, hoy por hoy, a unas 20 las personas que está durmiendo en las naves, en los portales o en los cajeros, explica Mari Paz Ramírez, coordinadora de programas.
Otro ejemplo, de este refuerzo con los más vulnerables, lo encontramos con su economato, en donde el pasado me de septiembre el número de familias atendidas pasó de las 25 que tenían a las 60 actuales. Como es conocido una familia puede estar haciendo uso de este servicio durante seis meses, tiempo tras el cual, será objeto de valoración sobre si va a seguir o no. Lo que más demandan, sin embargo, quienes van allí a hacer la compra es, sobre todo, dentro de sus productos frescos, carne y pescado, y después, productos de higiene personal, aunque una vez allí, en esta tienda de barrio ubicada en el de San José Obrero, uno va a poder encontrar desde pastas o arroz, hasta latas de lo más variadas, pasando por leche, conservas, productos de limpieza, frutas o verduras, la vez que recibirán todo tipo de asesoramiento sobre cómo hacer la compra lo más óptima y lo más ajustada a sus necesidades.
El usuario únicamente abonará el 25% del coste total del producto, pues el otro 75% correrá a cargo de Cáritas, y únicamente podrán acudir aquellos que tengan cita previa para hacer la compra correspondiente a ese mes, estando, por otra parte, abierto dos o tres días a la semana y por la tarde.
Atendido por voluntarios, no sólo el número de beneficiarios ha ido a más, sino que su perfil ha cambiado y si bien, antes en su mayoría sus clientes eran inmigrantes, ahora cada vez son más familias españolas. No obstante, son las Cáritas Parroquiales quienes derivarán a la familia en cuestión previa valoración de sus ingresos y posibilidades, pudiendo hacer uso de este servicio, seis meses.