El popular cocinero y empresario José Rodríguez Rey, jurado del programa de TVE Masterchef, fue el invitado especial ayer en el acto académico de graduación de los 31 alumnos de 4º de ESO del colegio Nuestra Señora de la Merced. El propietario, junto a su hermano Diego, del restaurante El Bohío de Illescas, que cuenta con una estrella Michelin, animó a los jóvenes a ser felices. «Que hagan lo que les gusta, lo que les llene de pasión, da igual lo que sea, pero que lo hagan con mucho gusto». Contó su experiencia personal, señalando que jamás pensó que se dedicaría a la cocina, y expuso que «la vida te lleva por mil caminos y gracias a la cocina ahora estoy en un programa de televisión exitoso». 

Con humildad y cercanía, encandiló a la comunidad educativa, padres y familiares, asegurando que «como me ha ocurrido a mí con la cocina, al final es dar lo mejor de tí, pero para otros, pues deseo a estos chicos que encuentren eso». En este sentido, insistido en que la búsqueda de la felicidad debe realizarse «sin estrés». Para este famoso chef, que fue alumno de Berasategui y ha recibido numerosos premios y reconocimientos, «las cosas vienen, no hay que provocarlas». Antes de la imposición de becas, confesó ser conocedor de la gastronomía conquense, amante del morteruelo o el atascaburras. «Tengo muy buenos amigos en Cuenca con grandes restaurantes», explicó. Además, recordó que estudió en el colegio de las Hermanas Mercedarias de Illescas, donde estudian sus hijos, y con el que acudió de excursión a Tarancón hace años en su primera visita a la localidad, de la que aún recuerda sus pipas.

La alcaldesa de Tarancón, María Jesús Bonilla, madrina de este acto desde hace 14 años, destacó que «detrás de esa dureza como jurado, Pepe ha demostrado que tiene un gran corazón, una trayectoria impecable». Significó que «hace de la cocina un arte y una forma de vivir». El testimonio de Pepe, ejemplo de sencillez y trabajo, sirvió ayer para poner el broche de oro a una etapa de 13 años de más de 30 alumnos y abrir una nueva página en sus vidas, que también quedará para la posteridad en la historia de Tarancón.