La Cámara de Comercio expresa su pesar por Alfredo Monteagudo

Redacción
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Destacan la valía profesional y la gran calidad humana del que era hasta ahora su vicepresidente

La Cámara de Comercio expresa su pesar por Alfredo Monteagudo

El pleno de la Cámara Oficial de Comercio, Industria y Servicios de Cuenca quiere expresar públicamente su pesar por el fallecimiento el día de ayer del que era su vicepresidente, Alfredo Monteagudo Suárez. Han sido dos décadas en las que la institución cameral ha tenido el gran honor de poder contar entre sus órganos de gobierno con la valía profesional y la gran calidad humana de Alfredo. Todos en la Cámara le profesaban un gran cariño y respeto, tanto los vocales del pleno como los propios trabajadores, con los que en los últimos meses Alfredo se encontraba muy cercano y comprometido. Desde el año 2002, año en el que Alfredo entró a formar parte de la Cámara, participó activamente en todos los proyectos que desde la institución cameral se planteaban para Cuenca y provincia, tanto a nivel social como empresarial, destacando especialmente su compromiso y lucha por las zonas rurales, particularmente de la Sierra, zona que Alfredo conocía muy bien y en que siempre defendió era una de las más perjudicadas por la despoblación dada su orografía, entre otras cuestiones. En un principio, su lucha fue desde la pertenencia a diferentes comisiones, entre las que cabe destacar la de Sanidad y Medio Ambiente, hasta llegar en estos últimos años a formar parte de la Ejecutiva de la Cámara como vicepresidente, cargo que ejercía actualmente.

La voluntad que a todo ponía Alfredo y su carisma no pasaban desapercibidos en aquellas instituciones y organismos con los que ha tenido que mantener relaciones profesionales y en el mundo de las Cámaras, donde también ha sabido hacerse apreciar y respetar. Muestra de ello son las diferentes manifestaciones de condolencias por su pérdida que ya se han recibido. Desde esta institución que fue su casa durante tantos años, trasladar nuestro más sentido pésame a la familia y amigos, también al Colegio Oficial de Farmacéuticos, del que fue presidente, y por supuesto a todo el sector farmacéutico en general que con la pérdida de Alfredo se queda huérfano de una gran persona y referente para todos ellos.