«Nos vamos a dejar el alma»

Marta Mora
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El bigoleador, Gabri Salazar, asegura que el equipo «sacó personalidad y peleó hasta el último minuto»

Los jugadores del Conquense antes de empezar la segunda parte del encuentro - Foto: M.M

La UB Conquense y el Atlético Albacete sumaron un punto insuficiente para sus objetivos. Firmaron un empate (2-2) tras un trepidante encuentro en el que los locales llevaron el peso, pero no aprovecharon las muchas ocasiones de gol que tuvieron. Perdonaron demasiado y dejaron escapar dos puntos importantísimos. Aunque es cierto que salvaron uno en el último instante, por lo que las sensaciones en el vestuario son «agridulces». «Queríamos la victoria, pero no pudo ser. Se pusieron las cosas muy complicadas en la primera parte», resalta el goleador, Gabri Salazar.

El encuentro no comenzó bien para el equipo de Manolo Martínez, ya que, a los cuatro minutos, el Albacete se adelantó en el marcador. Un duro golpe para el cuadro conquense que tuvo que rehacerse y reponerse. Pasaron los minutos y el conjunto local siguió insistiendo en la portería rival, pero no logró definir las ocasiones de las que dispuso. En cambio, el Atlético sí. «Los dos goles nos afectaron. Llegamos al descanso muy tocados», manifiesta Salazar. Del mismo modo, el entrenador expresó después del partido que «irte al descanso cero a dos, con dos acciones a balón parado, del equipo que posiblemente peores estadísticas tiene a balón parado de la categoría pues es, por lo mínimo, para enfadarse, que es lo que les he trasmitido en el descanso».

Así pues, en la segunda mitad, todo cambió. «Supimos olvidarnos del resultado y empezar un nuevo partido», destaca el goleador. Los blanquinegros salieron enchufados, con hambre, intensidad y lograron recortar distancias muy pronto. Creyeron en su juego y lo intentaron de todas las formas posibles. Atacaron con fuerza y realizaron acciones suficientes para ganar el partido. Generaron, pero no estuvieron finos de cara gol. Hay días que la pelota entra y otros que no y el domingo fue el ejemplo de ello. «Un día puedes estar más acertado de cara portería y otro día menos», asegura el delantero.

El equipo blanquinegro falló en ataque, por lo que el entrenador se mostró enfadado tras el choque. «No se pueden fallar ocasiones tan claras. No entiendo como no puede acabar el balón dentro de la portería. Así es muy difícil ganar un partido. Al final llega un momento que es desesperante», recalcó.

Hicieron méritos suficientes para ganarlo, pero no pudo ser. Sacaron personalidad, trabajaron y pelearon cada balón hasta lograr el dos a dos definitivo, eso nadie puede reprocharlo. «Al final el equipo demostró lo que venimos diciendo, que vamos a pelear hasta el final, hasta que se pueda nos vamos a dejar el alma», despunta Gabri. Todos hicieron un esfuerzo tremendo. «El equipo sacó personalidad y orgullo, porque es difícil, en la situación que estábamos, empatar un partido como lo hicimos, nos quedamos a nada, a muy poco de ganar. Una pena que no llegara antes porque veía al equipo muy convencido y capaz de lograr la remontada», concluye Gabri.