La defensa da el triunfo al Barcelona en Moscú

EFE
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Los 'blaugranas' salen victoriosos de su encuentro con el CSKA Moscú (75-88) en un partido en el que el equipo español dio una lección magistral en defensa, especialmente dentro de la zona

La defensa da el triunfo al Barcelona en Moscú - Foto: FCB

El Barcelona logró este viernes una grandísima victoria ante el todopoderoso CSKA Moscú (75-88) en un partido en el que el equipo blaugrana destacó de principio a fin.

Nadie se acordó esta vez de Nicola Mirotic, ya que un espectacular Higgins le sustituyó perfectamente con sus 25 puntos y Abrines estuvo muy fino desde la línea de tres, con cinco triples, para un total de 19 puntos.

Otra de las claves fue la paridad en el rebote (37 contra 32), terreno en lo que los rusos suelen aplastar a sus rivales, lo que permitió a los catalanes lograr algo que no pudo el Real Madrid, conquistar Moscú.

Con esta victoria, el Barcelona suma ya 14 victorias y se coloca a un solo triunfo del líder de la Euroliga, el propio CSKA.

Era el segundo partido consecutivo en el que Sanunas Jasikevicius no podía contar con Mirotic, Brandon Davis y Víctor Claver.

No obstante, no era un día para lamentarse, ya que el equipo del Ejército ruso tampoco podía contar con dos de sus puntales: Clyburn y Hackett.

Jasikevicius repitió el quinteto que derrotó hace tres días al Khimki con Calathes como director de juego y sombra del pistolero local, Mike James, que no tuvo su día.

Empezó muy motivado Higgins contra su antiguo equipo. Con dos canastas permitió que su equipo no dejara escapar a los rusos en el arranque.

A partir de entonces, el CSKA comenzó a apretar en defensa y a provocar los errores del equipo blaugrana. Un robo de Kurbánov a Calathes puso el marcador en un peligroso (18-11).

Abrines era el único que estaba entonado en ataque. El mallorquín anotó los dos lanzamientos que intentó desde el triple, a lo que se sumó el base blaugrana de origen griego con otro triple crucial. Así, el primer cuarto acabó con un esperanzador (25-20).

La unidad B del equipo catalán no dio la talla al principio del segundo cuarto, lo que obligó a Jasikevicus a recurrir de nuevo a Higgins y seguidamente a Calathes, pero sin resultado.

El técnico lituano no pudo soportarlo más y pidió un tiempo muerto. Los rusos ya dominaban cómodamente en el marcador (35-24) a falta de seis minutos para el descanso.

Abrines, el mejor de los suyos con un triple y una canasta de dos para un total de 14 puntos, y Smits, con un espectacular mate de espaldas, frenaron la hemorragia.

James se precipitó en un par de jugadas de ataque, Shenguelia cometió dos errores infantiles y los españoles le dieron la vuelta al duelo en un visto y no visto. Los dos equipos se fueron a los vestuarios con ligera ventaja para los visitantes (41-42).

Los azulgranas arrancaron muy bien el tercer cuarto, a lo que contribuyó la lesión de Mike James, que se golpeó la rodilla izquierda contra Smits.

Los rusos parecía aturdidos y sin ideas en ataque. Hilliard no dejaba de fallar y sólo Milutínov en la zona ofrecía algo de resistencia (43-48).

Hanga con un triple descomunal ante Bolomboy puso nueve arriba a su equipo (44-53).

El técnico local, el grieto Dimitris Itoudis, apeló a la defensa para igualar el partido, pero un triple de Kuric y una nueva canasta de Higgins pusieron las cosas en su sitio.

James, que había vuelto a la cancha, acortó distancias, pero Hanga, con una gran entrada cerró el tercer cuarto (56-64).

El Barcelona no quería sorpresas. Martínez, que se llevó un buen golpe que le obligó a recibir asistencia médica, jugó como un veterano en defensa y en ataque con dos buenas canastas.

Pero fue Calathes el que pareció colocar el último clavo en la tumba del CSKA a cinco minutos del final con dos triples consecutivos (62-75).

Los jugadores locales, liderados por Milutinov, echaron el resto en los últimos minutos, pero los azulgranas ya no se dejaron robar la cartera.

Higgins puso la guinda a la obra de arte -dos victorias ante el CSKA esta temporada- con una canasta al más puro estilo NBA ante dos gigantes rusos.