Más sonrisas que lágrimas

Manu Reina
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Los alumnos vuelven al colegio después de las vacaciones de verano con la gran ilusión de reencontrarse con sus compañeros y profesores

Más sonrisas que lágrimas

La vuelta al colegio después de las vacaciones veraniegas es uno de los momentos más especiales del año. Es un cúmulo de alegrías y emociones por el ansiado reencuentro con los compañeros de clase y por ver de nuevo a los profesores, pero también es algún que otro llanto o lágrima por tener que volver al aula, ya sea por empezar de nuevo la rutina o por dejar atrás unos meses de puro y plácido jolgorio. Y es que a muchos les cuesta este irremediable regreso. Es así, tanto para los estudiantes como para los padres, que también tienen que hacer un gran esfuerzo en esta vuelta.

El colegio La Milagrosa, que cuenta para este curso con 220 estudiantes y 14 profesores, vivió ayer esta primera jornada, marcada por saltos, voces y carreras sin control de un punto a otro. Algunos no se separaron de las piernas de sus padres e incluso se anclaron al suelo. Una de las notas destacables de este regreso es que, por fin, después de dos años por pandemia, la vuelta se produjo sin ningún tipo de medida sanitaria. Atrás queda la distancia de seguridad o la obligatoriedad de llevar mascarilla, que tantas trabas puso para el buen desarrollo de las clases, y tan sólo se mantiene el acceso al centro en forma de fila y por grupos. 

La mayoría de los alumnos llegaron a la puerta del centro con una ilusión que les invadía por completo. Nada tuvo que ver con esa frustración y rabia que esbozaron minutos antes, concretamente cuando escucharon el característico sonido del despertador, que regresó de nuevo a sus vidas. Pero no les queda otra, para la lamentación de muchos, ya que ahora tienen una responsabilidad. Hay también quienes mantuvieron su mal humor desde que salieron de la cama hasta sentarse en el pupitre, pero, poco a poco, y con un trabajo minucioso del docente, éstos empezaron a cambiar sus caras. A partir de ahí, empezó realmente un nuevo curso lleno de retos, exámenes, proyectos y actividades. El objetivo es adaptarse cuanto antes al cambio y hacer frente a la rutina porque hay una infinidad de conocimientos que les espera. 

Más sonrisas que lágrimasMás sonrisas que lágrimaspadres. Pero los más pequeños no fueron los únicos que estuvieron presentes. Los padres también compartieron muchas sensaciones y se hicieron sentir en el ambiente. Y, como no podía ser de otra forma, la gran mayoría aprovechó la ocasión para relatar y compartir las vivencias más especiales de este verano. Algunos también inmortalizaron el momento de la vuelta al colegio con sus teléfonos móviles. Los padres juegan un papel fundamental, evidentemente, en el duro regreso a las aulas. Ángela Sanz reconoce que previamente a este 8 de septiembre estuvo trabajando con su hijo para que el regreso «no se le hiciera tan duro». Esta madre insiste en que «es necesario unos días para que vuelva todo a la normalidad y podamos coger la rutina». Unas palabras que comparte también Elena Martínez, que explica que «después de un verano tan bueno como el que hemos vivido, cuesta mucho volver a la rutina, pero es lo que toca ahora». Martínez incide que «a nosotros también nos cuesta porque ahora tenemos que ajustarnos a sus horarios y compaginarnos para traerles y recogerles». Por su parte, Lara López, que comparte las mismas palabras que los dos casos anteriores, subraya que «tenemos que trabajar de manera conjunta para que la vuelta a las aulas se les haga lo más ameno posible». 

Pero no es en lo único en lo que estas madres coinciden. El incremento del precio de los materiales escolares, como lapiceros, libros o mochila era otro de los debates candentes. Y es que ahora es más caro y cuesta más llenar el carro de la compra. «Tenemos que hacer otro esfuerzo más para comprar todo el material», expresa Sanz. Lara López y Elena Martínez no son ajenos a este problema y tienen que echar cuentas para que esta cuesta de septiembre no desajuste sus economías. 

docencia. Los profesores no son ajenos tampoco a este esfuerzo, especialmente en este nuevo curso, teniendo en cuenta que existe una nueva normativa educativa. En Educación Primaria, la etapa que abarca desde los 6 a los 10 años, se han realizado cambios en los libros de texto. Además se imparte de nuevo la asignatura de Conocimiento del Medio, por ejemplo, y los estudiantes no repetirán en primero, tercero o quinto de primaria, un sistema que se recupera como ya se hacía hace años. Pero estos son sólo algunos cambios en la hoja de ruta de los profesores, que cada uno tiene que saberse al dedillo para redactar sus programaciones didácticas en función del nivel y edad de sus alumnos. «He utilizado parte de las vacaciones de verano para prepararme todo el material y así empezar el curso con todo listo para enseñar a mis alumnos», reconoce la docente de Primaria del colegio La Milagrosa María José Campos. Esta profesora, que mima a sus estudiantes con novedosas actividades, relata que «el inicio del curso escolar les cuesta mucho a los alumnos, pero nosotros intentamos que se les haga lo más ameno posible». Su compañera Rocío Motos recalca estas palabras e incide en que «tenemos mucho trabajo durante las primeras semanas de curso, pero luego los niños se van haciendo poco a poco». 

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Ya no hay vuelta atrás. Todo está listo. En gran parte gracias a un trabajo exhaustivo que el claustro realiza con anticipación. El director del colegio La Milagrosa, Isidro García, explica que «llevamos preparando el curso desde el pasado 1 de septiembre, lo que nos permite tener todo bajo control». Además, García reconoce tener muchas ganas por el comienzo del nuevo curso escolar «porque es el momento de emprender nuevos proyectos y nuevas actividades para nuestros alumnos». Sin duda, el regreso a las aulas genera momentos inolvidables porque no es un día cualquiera. Es una fecha señalada en el calendario que inevitablemente llega, y a la que unos afrontan mejor que otros. Pero, eso sí, tarde o temprano todos terminan haciéndose a esta tradicional rutina.