«Esperamos un fin de semana un poco más fuerte de lo normal»

Leo Cortijo
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Los hosteleros del Casco Antiguo velan armas de cara a unos días que deberían haber supuesto una «inyección» para el sector, ya maltrecho tras la suspensión de otro puntal, la Semana Santa

«Esperamos un fin de semana un poco más fuerte de lo normal» - Foto: Reyes MartÁ­nez

De poco o nada vale hacer previsiones. Desde marzo, el imprevisible y serpenteante rumbo de la pandemia impide dibujar un futuro, ya no a medio o largo plazo, sino también a corto. El responsable del colectivo que agrupa a los hosteleros del Casco Antiguo de la ciudad, Cristian Sánchez, prefiere no avanzar las «repercusiones» que tiene para el sector la suspensión de las fiestas de San Mateo «hasta que no pasen estos días». Será entonces cuando haya que echar números...

Lo que es evidente es que el daño, a priori, es «muy alto». Además, llueve sobre mojado, pues esto se une a la cancelación de la Semana Santa. En condiciones normales, éstas son las dos grandes «inyecciones» del año para la hostelería de esta zona, con las que «afrontamos otras temporadas más bajas». Al perder ambas, como es lógico, el panorama se tiñe de negro. Pero «es lo que hay», reconoce este hostelero, que se arma de ánimo para autoconvencerse de que el trabajo es la única receta para navegar en esta situación tan «excepcional».

Viendo el vaso medio lleno, desde HC Hostelería Casco Antiguo afrontan los días de San Mateo como «un fin de semana un poco más fuerte de lo normal». No puede haber aglomeraciones y las normas sanitarias se tienen que respetar a rajatabla, pero eso no debe impedir que haya conquenses y visitantes que, ordenadamente, visiten la zona. «No sabemos la afluencia de público que vamos a tener, pero esperamos que no haya ningún tipo de incidente y que sea un buen fin de semana para los que vengan a visitarnos y para que nosotros, los hosteleros, podamos trabajar de una manera segura y eficaz».

Por otro lado, Cristian Sánchez no se olvida de aquellos compañeros de profesión que, a consecuencia de la pandemia, no han abierto todavía sus puertas o han cerrado para siempre. «Nosotros aún tenemos la suerte de estar trabajando, hay que pensar en aquellos que ya no tienen esa opción...».