"No hay concierto virtual que sustituya uno de verdad"

Lucía Toribio (DP)
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El cantante puertorriqueño siempre estuvo muy unido a la música y demostró que valía para ello. Varias canciones de su primer álbum ya le llevaron al estrellato a lo largo y ancho del planeta

"No hay concierto virtual que sustituya uno de verdad"

Todos los veranos hay una canción que se graba en la mente y no se olvida a pesar de estar años sin escucharla. En 2017 fue el caso de Despacito, tema que fue cantado, bailado y coreografiado en todos los rincones del planeta. Su letra pegadiza fue compuesta por el cantante puertorriqueño Luis Fonsi, que concedió una entrevista telefónica a la redacción de Diario Palentino, como motivo de su futura actuación en la plaza de toros de la capital el próximo 28 de agosto a las 21,30 horas.

Palencia es la única ciudad de Castilla y León que alberga uno de los seis conciertos del cantante en España en su gira Noche Perfecta. Despacito logró tener 25 millones de visitas en YouTube en un solo día y se convirtió en el vídeo más visto de la historia. Además, permitió traspasar las barreras del español como idioma y le dio la oportunidad de celebrar su cultura y su bandera frente al mundo entero. A pesar de ser uno de los cantantes más famosos, el puertorriqueño se define como una persona cercana y humilde cuyo único objetivo es hacer disfrutar al público con sus canciones.

¿Cual fue su vocación para convertirse en compositor y, posteriormente en cantante?

"No hay concierto virtual que sustituya uno de verdad"Desde niño siempre sentí una gran curiosidad por la música y estuve rodeado de ella. Fue una transición muy natural ya que nunca hubo un momento clave en el que dijera «quiero ser cantante». La verdad es que fue inevitable, por ley de gravedad, vivía alrededor de la música. A pesar de que ni mis padres ni el resto de mis familiares se dedicaran a la música profesionalmente, todos compartíamos, celebrábamos y nos reíamos alrededor de la música.

Además, desde muy pequeño empecé a prepararme cantando en coros y asistiendo a clases de piano y de guitarra. Después, decidí sacar mi bachillerato en música y estudiarla también en la universidad. En mis últimos años sentí algo de ansiedad porque estaba estudiando música clásica y aunque me gustaba, no era mi pasión. Fue entonces cuando empecé a grabar mis canciones, me filmó la discográfica y empezó mi carrera musical, en la que llevo casi 30 años.

Entonces, ¿su formación en música clásica le sirve a la hora de componer a pesar de que usted se dedique a otros tipos de géneros?

"No hay concierto virtual que sustituya uno de verdad"Sí, es una base. Es el denominador común que todos necesitamos, ese entrenamiento, ese conocimiento de teoría, de solfeo, de composición, de arreglos. Todo eso uno lo adapta a cualquier género. Como si fueras bailarín y comenzaras con una danza más tradicional, y de ahí te llevara al jazz o al hip hop. Sin duda, fue el comienzo y el entrenamiento correcto y diría que me ha ayudado a ser mejor músico.

Sus primeras canciones eran más baladas, pero ahora prefiere optar por ritmos urbanos con fusión, cercanos al reguetón. ¿Ese cambio se debe a algo en especial?

Yo no creo que haya cambiado. Mi último disco incluye muchas baladas; no he parado de hacerlas. Aunque es cierto que de repente opté por crear canciones que se promovían más o que tenían tendencia a ser más rítmicas, fusiones con reguetón o con géneros más tropicales. Por otro lado, sí es verdad que ha habido una evolución natural.

En una de sus últimas canciones Bésame, canta junto con Myke Towers. ¿Qué supone actuar con otros artistas?

A mí me encantan las colaboraciones. Me parece que es una celebración de dos estilos diferentes en una misma canción. Los disfruto mucho porque te saca algo diferente de ti. Además de aprender el uno del otro, yo creo que el contraste es lo que más gusta al público.

Por ejemplo, es el caso de Myke o de artistas más urbanos que tienen una interpretación muy distinta a la mía, ellos son más rítmicos y energéticos y yo tiendo a ser más romántico y melódico. Ese blanco y negro, ese dulce y salado, es lo que da profundidad y magia a la canción.

Alberga temas muy exitosos, pero sin lugar a dudas Despacito fue su «obra cumbre». ¿Se esperaba esa enorme acogida?

No, nadie se lo esperaba. Ninguno tenía la «bola de cristal» que mostrara el éxito que iba a tener el tema. Cuando uno escribe una canción, la termina y la maquetea, siente si puede ser algo especial o si no es tan buena como pensaba al principio. Uno trata de predecir el futuro un poco, pero nadie se imaginaba lo que iba a pasar. Además, cuando unos meses después se unió Daddy Yankee y le sumó su magia, la canción creció aún más. De hecho, han pasado más de cinco años y yo aún no me creo a dónde llegó.

¿Qué supone darse cuenta de que algo que ha creado usted se está escuchando en cada rincón del mundo entero?

Aunque yo no estaba dentro de ninguna burbuja y lo disfruté todo con mucha humildad, la verdad es que uno no se lo puede ni se lo quiere creer. La realidad es que no quería analizarlo; solo aprovechar las oportunidades, el momento y los viajes. 

Nunca había llegado con mi música a países donde no se suele escuchar música en castellano y menos latina. Por ello, sigo sin sobreanalizarlo ya que todo este mundo está lleno de sorpresas y de magia y esta canción es un gran ejemplo.

¿Diría que nació un nuevo Luis Fonsi a raíz del éxito de Despacito?

No, para nada. La canción llegó en mi decimonoveno año de carrera, yo ya había nacido, me conocía y sabía quién era. Es cierto que marcó un antes y un después, fue la canción y el disco más exitoso de mi carrera. Aunque ya me habían dado golpes, ya había tropezado y también había triunfado con otros temas diferentes.

Despacito no fue mi primer número 1; de hecho, antes de eso ya tuve 14 canciones que llegaron a esa posición, pero no con la misma magnitud. Sin embargo, este «boom» no me cambió para nada, yo sigo siendo la misma persona, con las mismas inquietudes, las mismas inseguridades y la misma ilusión de siempre.

Estos últimos años ha estado trabajando en un nuevo álbum llamado Ley de gravedad. ¿Qué quiere transmitir con él al público?

Yo creo que cuando uno lanza un disco, lo que quiere es conectar con el público y conseguir que cada canción sea un hilo conductor de energía y amor. No hay un solo mensaje, ya que es un grupo de canciones, todas son diferentes, unas románticas y otras muy rítmicas. Pretendo que la gente se adueñe de cada mensaje, cada historia y cada melodía.

Y de todas las canciones de este último disco, ¿cuál destacaría o piensa que llama más la atención de los espectadores?

La verdad es que las canciones más promocionales han sido más escuchadas y, por ello, unas han sonado más que otras. Pero, cuando hablo con mi público casi siempre me nombran las menos conocidas. Por ejemplo, Luna ha gustado muchísimo, de hecho, mis seguidores me lo dicen por la calle. El disco ha tenido cinco o seis canciones que se han promovido más o que han sido número 1, Bésame con Myke Towers ha sido una de las más destacadas. 

Aunque, siempre es bonito cuando la gente escucha el disco completo y te ofrece su análisis porque recibes críticas constructivas y positivas. También tienen mucha importancia las canciones que están más escondidas, pero que tienen un significado especial.

Por otro lado, ¿hay algún tipo de música con la que no se atrevería en la vida?

Hay muchos géneros que simplemente no conozco y que no me atrevería a cantar, básicamente por un tema de respeto hacia el resto de artistas, prefiero escucharlos y disfrutarlos. Por ejemplo, con el heavy metal no me lanzaría porque no tengo la voz para eso. Igual que con la música lírica con la que empecé, no es mi estilo. Lo que yo disfruto es el pop, la balada, las canciones rítmicas y la música tropical.

Quiero que la gente se adueñe de cada mensaje, cada historia y cada melodía"

Siendo usted un artista de gran magnitud, ¿qué cree que hay mejor que recibir los premios más importantes del mundo de la música?

Los premios son un claro ejemplo del cariño de la gente, cada premio tiene su magia y su significado. Los cuelgas en tu casa, los miras y te transportan a ese momento, a ese abrazo y aplauso del público.

Pero eso no lo es todo, el verdadero premio es pararse frente a un público que te quiere escuchar y acompañar cantando y bailando. Yo no trabajo para ganar trofeos, pero cuando me nominan y algunas veces me los entregan, supone un gran halago y un recordatorio para toda la vida. Aunque sin el cariño del público no sería posible.

Hablaba ahora de la importancia que tiene el público para usted, ¿después de tanto tiempo actuando se sigue poniendo nervioso?

Sí, totalmente. No es un nervio de pánico ni de miedo pero sí un nervio de amor y de respeto. Me pongo nervioso porque quiero; para mí eso es sinónimo de respeto hacia el escenario y hacia los espectadores. Hacer videoclips y entrevistas es bonito; también disfruto grabando en el estudio, pero el escenario es mi lugar favorito.

Ese es el destino, el resto es el camino y la travesía a seguir. Uno quiere estar frente al público, tener a su banda y sus bailarines al lado y sentir la luz y la adrenalina de la gente cantando sus canciones.

¿Cómo han sido estos dos años de pandemia, durante los que no ha podido subirse a los escenarios para sentir el calor del público?

Fue duro para todos. Nosotros vivimos del contacto y del abrazo de la gente, no hay concierto virtual que sustituya un concierto real. Por suerte, pude seguir trabajando, grabando, escribiendo, y haciendo algunas cosas en televisión, por lo que me mantuve bastante activo.

Asimismo, este disco Ley de gravedad se compuso en plena pandemia. Aunque eso ya quedo atrás, hay que seguir hacia adelante y usar todo ese aprendizaje para seguir evolucionando. Yo siempre celebré el contacto de la gente, pero ahora lo disfruto más que nunca.

Quiero ponerme nervioso; es sinónimo de respeto hacia el escenario"

A pesar de haber actuado en otras ciudades castellano y leonesas como Valladolid, es su primera vez en Palencia. ¿Qué quiere transmitir a la ciudad con su concierto?

Cuando uno llega a una ciudad por primera vez, siente una especie de nervios diferentes, una gran responsabilidad por sembrar una semilla bonita. Mi intención es que me quieran seguir escuchando muchos años más.

Llegamos con toda la energía de enamorar a Palencia y hemos preparado un show muy dinámico con muchas canciones, desde el inicio de mi carrera hasta el día de hoy. Estoy muy contento, con muchas ganas y contando los días para actuar en la ciudad.