Los días más grandes

Leo Cortijo
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Cuenca recupera los niveles de participación y afluencia previos a la pandemia y todo indica que a final de semana se mejorarán incluso las ya positivas previsiones iniciales

Los días más grandes - Foto: Álex M. Simón

Cuenca se prepara para vivir los días más grandes del año. La ciudad rebosa entusiasmo, ilusión y pasión por su Semana Santa. Después de tres años de tortuosa espera para el Miércoles Santo y de cuatro para jueves, viernes y sábado, la comunidad semanasantera vela túnicas, capuces y tulipas con la vista puesta en las procesiones centrales de la Semana de Pasión conquense. En el ambiente se nota lo especial de la cita y eso se evidencia en que la hostelería no da abasto para dar respuesta a la masiva afluencia de visitantes y oriundos que no han querido perderse la oportunidad de volver a sentir lo que siempre hemos sido. Cuenca ha recuperado los niveles prepandémicos tanto de participación como de afluencia, y todo indica que a final de semana se mejorarán incluso las ya de por sí positivas previsiones iniciales. 

Algo que creíamos olvidado por estas fechas y que hemos vuelto a recuperar es esa sensación de mirar constantemente al cielo con el ánimo de encontrar un hombro amigo en forma de paraguas que evite cualquier amenaza en forma de lluvia, el único enemigo de las procesiones... De los días restantes, el que peor panorama presenta en este sentido es precisamente hoy, Miércoles Santo. Pero tranquilidad, que no cunda el pánico. Según las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología, el agua no será un obstáculo para la procesión del Silencio. Es cierto que predominarán los cielos cubiertos, pero el agua no hará acto de aparición –se supone– durante las horas en las que los pasos inunden las calles de la ciudad. 

De hecho, la Aemet solo vislumbra probabilidad de chubascos en torno a las dos de la tarde y hay que destacar que únicamente habla de «lluvia escasa». A las siete, cuando las puertas de San Esteban tienen que abrirse de par en par para que inicien su cortejo procesional el Huerto de San Esteban y el Beso de Judas, la lluvia no tiene por qué ser un problema. Con todo, volvemos a insistir en que estas predicciones, en plena primavera, pueden ser muy cambiantes en cuestión de horas y que, por tanto, hay que tomarlas con precaución.

Si el horizonte no se dibuja del todo malo para el Miércoles Santo, cualquier tipo de fantasma en forma de precipitaciones se disipa por completo para los días centrales de la Pasión: Jueves y Viernes Santo. En este sentido, la previsión meteorológica es muy halagüeña para las cuatro procesiones de ambas jornadas, y es que proyecta cielos muy poco nubosos o, incluso, despejados. Si hay nazarenos a los que este peregrinaje en el desierto se les ha hecho todavía más cuesta arriba esos son los que desfilan durante estos días, ya que en 2019 se quedaron con la miel en los labios por la dichosa lluvia. 

En esta Se mana Santa del regreso a la normalidad volverán por todo lo alto emblemas de la Semana Santa de Cuenca como la procesión de Las Turbas o En el Calvario, sin olvidar el multitudinario desfile de Paz y Caridad, la sobriedad y el recogimiento del Santo Entierro o el segundo desfile de las Santas Marías. La hermandad del Sábado Santo solo ha podido procesionar una vez desde su creación, en el año 2018, por lo que esperan la llegada de su día «con toda la ilusión del mundo», tal y como explica su secretario Pablo Muñoz.  

el mejor balance. Con esta edición, La Tribuna se despide de sus lectores hasta el próximo martes, cuando volveremos a estar en todos y cada uno de nuestros puntos de reparto. La haremos con el mejor balance de la Semana Santa en su conjunto y un importante resumen gráfico de la misma. Hasta entonces, pueden seguir todos los desfiles procesionales a través de nuestra página web.