Madres, hijas, amigas, vecinas, hermanas, niñas, adolescentes, adultas, heterosexuales, bisexuales, homosexuales, estudiantes, trabajadoras,... Alrededor de una treintena de mujeres han participado en un proyecto que pretende sensibilizar y defender lo femenino en la igualdad a partir de la vulva, una de las partes del cuerpo más invisibilizada y estereotipada. 

La iniciativa se llama Nuestros labios hablan y ha partido del colectivo Casa de Piedra Espacio Cultural de la localidad de Tarancón. Está inspirada en la obra The Great Wall of Vagina, de Jamie MacCartney. «Lo más importante para nosotros ha sido la participación, se ha creado una red de vínculos al celebrar con naturalidad la normalidad, y se ha dado visibilidad a través del arte a una parte del cuerpo de la mujer culturalmente oculta», explican desde Casa de Piedra. 

Con el fin de fomentar que una mujer pueda sentirse orgullosa de todo su cuerpo, sin vergüenza, de luchar contra las inseguridades y estereotipos a los que están sometidas las mujeres cuando se trata de sus genitales, las participantes han reproducido sus vulvas en unos moldes -creados con alginato de fraguado rápido- que han pasado a ser una obra de arte. «Lo hicimos entre la timidez y el pudor, no éramos conscientes de que nuestra educación es capaz de borrar y ocultar parte de nuestra sexualidad y mantenerla en silencio, pero poco a poco fuimos normalizando esta acción, aprendimos de nosotras mismas con libertad... No hay motivo para taparlo», comenta una de las promotoras de la actividad. 

El formato para plasmar esta reflexión, para llamar a desdramatizar el estigma social y cultural de la vulva, se ha llevado a cabo a través de una vídeoinstalación que ha sido seleccionada en la IV edición de la muestra Despiertas. Mujeres, Arte e Identidad del Gobierno regional.  La exposición, que fruto de la colaboración institucional plasma en diferentes formatos la visión femenina a través del arte para alcanzar una sociedad más justa, se ha podido visitar en los últimos días en Cuenca capital y recorrerá hasta una decena de pueblos de toda la provincia, incluido Tarancón.

Por toda la provincia 

Nuestros labios hablan presenta la diversidad del cuerpo femenino a través de moldes de vulvas de mujeres conquenses colocados sobre un nido de esparto sujeto a una malla metálica enmarcado en madera, a modo de cuadro o ventana. 

La composición artística, toda con materiales reciclados, está representada en una escena costumbrista que pretende guiar al espectador por un simulado espacio rural al que asomarse para mirar sin pudor. «Desde la cotidianeidad hemos querido normalizar lo raro, en una escena donde todo es muy simbólico, desde el pañito de ganchillo bajo la televisión analógica, los platos de cerámica, la alfombra de yute o el tronco de madera», detallan desde Casa de Piedra. Con la música, compuesta por Teru y titulada Waiting, se quiere llamar la atención por medio de movimientos de violín intercalados con ritmos continuos acompasados. 

Junto a estos elementos se proyecta un vídeo donde las participantes, hablan y describen, a través de un primer plano de sus labios, palabras que forman parte de la mujer, desde la igualdad y la diferencia, desde lo visiblemente biológico y lo culturalmente reprimido. Toda una propuesta pionera para dialogar con el lenguaje de la escultura o la imagen en movimiento desde un arte sostenible y plagado de contenido simbólico y reivindicativo. Además de estar en la exposición itinerante Despiertas. Mujeres, Arte e Identidad, desde Casa de Piedra se ha propuesto divulgar su proyecto a través de charlas didácticas en las que se siga educando a través del arte en igualdad, como pretende la muestra, con el objetivo de continuar caminando por esta vía en la defensa de los derechos de las mujeres. 

¿Por qué no?

Iniciativas como Nuestros labios hablan, y fechas como hoy, Día Internacional de la Mujer, pueden ser un buen contexto para dar un paso más hacia la igualdad real y efectiva. «Mil veces hemos visto fotografías, esculturas, de las consideradas como las partes más íntimas de los hombres, por qué no mirar nuestros genitales como una cosa normal, con libertad, sin vergüenza, y ayudar a romper estereotipos en torno a la mujer a través del arte», señalan desde Casa de Piedra, desde donde lanzan al aire una pregunta: ¿Y tú habrías participado?. Para este espacio cultural taranconero, en marcha desde hace más de cuatro años, la mayor recompensa es poder compartir sus acciones con todo tipo de personas, sobre todo cuando tienen un trasfondo tan importante.