El convenio del campo contempla subidas salariales del 3%

Jonatan López
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Asaja Cuenca, CCOO y UGT firman un acuerdo que afecta a más de 10.000 trabajadores y subrayan el papel «fundamental» que tuvo el sector durante los meses más duros de la pandemia

El convenio del campo contempla subidas salariales del 3%

Asaja Cuenca y los sindicatos CCOO y UGT corroboraron ayer la firma del convenio colectivo del campo que afecta a más de 10.000 trabajadores en la provincia y que se acordó de forma rápida en las últimas semanas. Así lo indicaron el secretario general de Asaja Cuenca, Manuel Torrero; y los representantes sindicales de CCOO y UGT-FICA, Pedro Lucas y Jesús Laín, respectivamente. El convenio llega condicionado por las circunstancias de la pandemia, que han impedido que se pudiera firmar con anterioridad.

Este acuerdo, para los años 2020 y 2021, contempla la actualización de los salarios en un 1,25% en el primer año y del 1,75 por ciento en el presente, con carácter retroactivo desde el 1 de enero pasado. Es decir, la subida salarial será del 3 por ciento. El convenio también mantiene los cuatro días de permiso retribuido por paternidad.

«Es un convenio de especial relevancia. Nos podemos dar por satisfechos», dijo Torrero, que recordó que la asociación agraria y ganadera gestiona cerca del 60 por ciento de la contratación. «Ahora nos toca afrontar una época sustancial de cambios dentro del convenio, para adaptarlo a la nueva realidad. Debemos transmitir un mensaje de tranquilidad a todo el sector, tanto a la parte empresarial como a la trabajadora», apuntó el secretario general.

Por su parte, Lucas subrayó que el acuerdo salarial «es importante» y resaltó la responsabilidad de un sector que «desde el principio de la pandemia no dejó de trabajar. Trabajadores que no se pueden acoger al teletrabajo, que están en el tajo diario y no han parado ni un minuto». Empleados que han sido «fundamentales» para que los productos agroalimentarios hayan estado en el mercado de abastecimiento de la población. 

Laín destacó que el convenio «es el primero de la provincia por lo que representa» y recalcó una de las medidas incluidas en el mismo, que posibilita que «los trabajadores de las diferentes campañas agrícolas o que no sean fijos, tienen derecho al cobro de los atrasos». En este sentido, explicó que la gente eventual que participa en las diferentes campañas agrícolas, debe percibir esas cuantías por parte de las empresas que les contratan.

Asimismo, se han sentado las bases para que la mesa de negociación para el siguiente convenio, en 2022, se negocie antes de que «comience la campaña del ajo», señaló el representante de CCOO. 

Intermediarios. No solo se trata de mejorar las condiciones laborales y salariales, o establecer alojamientos apropiados para los temporeros, también hay que vigilar la contratación a través de los intermediarios, puesto que «son los que están haciendo perder muchos derechos recogidos en el convenio de los trabajadores y causan problemas a los empresarios», declaró el representante de UGT. 

La patronal también vigila que aparezcan empresas de prestación de servicios que «se dedican, presuntamente, a traficar con los trabajadores», indicó Torrero, que afirmó que se ha hecho una labor importante por todas las partes «para depurar y dar transparencia a todos los procesos de contratación».

La producción de vino será inferior a un año normal. La campaña de la vendimia será menor a la de un año normal. Se estima que  la producción final esté cerca de los 20 millones de hectolitros de vino en la región, cuatro de ellos en Cuenca, a causa de las temperaturas altas de agosto y la meteorología adversa de septiembre.   

El trabajador es extranjero y está especializado. El perfil de los trabajadores del campo se repite. El temporero es eminentemente extranjero, con residencia en España, y está especializado. Además, el empresario suele confiar año tras año en el mismo grupo de personas expertas y que tienen aptitudes físicas. El hombre efectúa el trabajo de recogida a pie de campo, mientras que la mujer ocupa puestos en la industria agroalimentaria. 

Asaja aboga por el uso de purín como fertilizante. La subida de más del 80 por ciento en el precio de los fertilizantes asfixia a los agricultores. Es por ello que, la organización agraria aboga por hacer uso de los purines. «Es la alternativa más barata y más efectiva a la fertilización. La gente que use purín, que tenga una granja asociada a tierras dedicadas a extensivos de secano, puede tener un ahorro entre nueve y 12.000 euros», explicó Torrero, que afirmó que la materia orgánica está compuesto por agua, entre el 80 y 90 por ciento, y el resto son nutrientes (Nitrógeno, fósforo y potasio).