No es fácil ser hija de dos estrellas del Hollywood dorado como fueron Tony Curtis y Jane Leigh y convertirse en una gran actriz, pero Jamie Lee Curtis lo consiguió. Comenzó su carrera en 1978, con Halloween, una película que la marcó y la convirtió en una heroína del cine de terror. Aunque años más tarde demostró su vis cómica en papeles como Un pez llamado Wanda o en películas de acción como Mentiras arriesgadas. Muy expresiva, pone mucha emoción cuando describe su participación en Halloween: El final, la última de la franquicia.

Su vida está ligada a esta saga. ¿Con los años ha cogido especial cariño a su personaje, a Laurie?
Mi vida cambió para siempre en el momento en que me contrataron para interpretar a Laurie en Halloween, pero por supuesto yo entonces no lo sabía. Y eso es lo que ha significado Laurie para mí y lo que ha venido después. Y también afectó al resto de mi vida. En un ejemplar de la revista Rolling Stone vi un día en la portada la foto de un joven y le dije a una amiga: «Yo me voy a casar con ese señor». Y sucedió así, y llevo 38 años con él, y tengo dos hijos.

Después de 40 años en la saga, ¿comparte la nostalgia, esa obsesión por lo que ocurría en el pasado que tienen algunas personas?
La vida siempre ha sido difícil. No existen episodios de la Historia donde no haya habido conflictos. Quizá podamos hablar de algunas pausas, pero no me gusta hablar de aquellos viejos tiempos porque hace cuatro décadas éramos más racistas y quizá no había guerras, pero la gente era como más oculta. Hay cosas que han sido mejores y otras peores. 

En este filme se habla de la importancia de la educación porque el personaje de Corey es un chaval que va acumulando resentimiento. ¿Ese es el mensaje de la película?
Las personas que han sufrido mucho en la vida siempre hacen sufrir a los demás. Pero yo creo que el mensaje fundamental de esta cinta es que no hay que huir, que hay enfrentarse a los miedos aunque eso te produzca la muerte, porque, al menos, mueres libre.

El miedo es el que provoca la histeria en todo el pueblo en este largometraje. ¿Ha encontrado paralelismos durante la pandemia? 
Creo que las redes sociales han despertado la capacidad que todos tenemos de ser monstruos y, en teoría, nació como una posibilidad de conectarnos entre nosotros y dar ideas a los que no tenían acceso. 

¿Cómo valoraría la aportación que esta trilogía de David Gordon Green ha hecho de la saga de Halloween?
Dentro de unos años la gente contemplará estas tres películas y las valorará como una obra de arte dentro del género en términos sociales y políticos, porque David ha sido un gran precursor. Así lo entendió unos años antes de que sucediera todo el movimiento del Me too. También hizo una entrega sobre la violencia de las masas dos años antes del asalto al Capitolio y ha realizado un filme, antes de que sucediera, de cómo cualquier ser humano puede convertirse en un monstruo, hablando de las consecuencias del odio, el acoso y cómo nos tratamos unos a otros. Él se ha adelantado a todo.