Trabaja pensando en tu hijo

L.G.E.
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La pedagoga Mar Romera señala que «todo sería más fácil si cada docente educara como le gustaría que educaran a su hijo» y el mismo consejo lo extiende para quienes trabajan en sanidad, seguridad o urbanismo

La ponente Mar Romera, a la izquierda del concejal de Bienestar Social de Toledo, Javier Mateo. - Foto: Ví­ctor Ballesteros

Antes de empezar su ponencia sobre participación infantil y educación comunitaria, Mar Romera tenía a su lado a la viceconsejera de Educación de la Junta y al concejal de Bienestar Social del Ayuntamiento de Toledo. A ambos, dos cargos públicos, les pidió que «diseñen sus sueños pensando en la educación de su hijo o su hija». Romera es especialista en educación, pedagogía e inteligencia emocional.

«Todo sería muchísimo más fácil», expuso. Yno se refería solo a las instituciones. «Si cada docente educara como le gustaría que educaran a su hijo», comentó, «si cada persona técnico del ayuntamiento de Sanidad, de Urbanismo, de Seguridad, da igual el sector, desarrollara su profesión en relación a la infancia como le gustaría que se hiciera con su hijo». Y lo ejemplificó con un dicho africano, que emplea como máxima el filósofo y pedagogo toledano José Antonio Marina: «Para educar a un niño hace falta toda la tribu».

Romera indicó que en general «hacemos bien muchísimas cosas porque habitualmente casi toda la población ama la infancia y es difícil hacer cosas mal por amor, pero aún así, si trabajásemos en equipo desde todos los sectores, lo haríamos muchísimo mejor». ¿Y en qué consiste eso de trabajar en equipo? Pues como indica Romera en «no criticar al de enfrente, sino en aporta ideas y convertirnos todos en un mismo equipo para que nuestra infancia tenga lo que se merece». Como las palabras marcan diferencias, apostilló que los niños son el material más preciado del Planeta e insta a «no preocuparnos por ellos y ellas, sino ocuparnos de ellos y ellas».

La ponencia de Mar Romera se celebró esta tarde en el conocido como barrio del Polígono de Toledo, el único ejemplo que hay en Castilla-La Mancha de una educación comunitaria en el que se han implicado todos los centros del barrio, de Infantil a Educación de Adultos, con las administraciones y asociaciones del mismo. La viceconsejera de Educación, María Dolores López Sanz, ratificó que es el único proyecto que hay de esta envergadura, aunque sí hay otros más pequeños de comunidades de aprendizaje,  «que son centros abiertos al entorno,  en los que colaboran padres, asociaciones y profesores en la educación».

Sanz reconoció que a veces, cuando se habla de la participación en la comunidad educativa, se circunscribe al profesorado o las asociaciones de padres y madres. «Muchas veces dejamos de lado la participación de los niños y niñas», indicó. Sin embargo, defiende que «los chicos participen en su propia educación, que sean partícipes, que tomen iniciativas, que sean los propios actores de su educación».

Participar antes de los 18 años. También puso el foco en la participación de los menores el concejal de Bienestar Social de Toledo, Javier Mateo. «No hay que esperar a pedirles opinión y participación a que tengan 18 años», clamó, «desde ya se puede y se debe».

Mateo puso como ejemplo la reunión que por la mañana se celebró en el seno del Ayuntamiento de Toledo y en la que había representantes de las áreas de Bienestar Social, Urbanismo, Seguridad, Turismo, Seguridad, Educación o Cultura, que tenían claro que «la mirada de los niños debe ser un eje transversal». Avisa de que da más resultados trabajar «con los niños» que hacerlo «para los niños». Las preposiciones también marcan diferencias.