El Gobierno de Castilla-La Mancha está llevando a cabo desde finales de agosto las obras de ampliación del comedor del colegio público Duque de Riánsares, que dan respuesta a una demanda que existía desde hace tiempo en este centro  de Educación Infantil y Primaria.

«Ahora mismo el comedor está a tope, por la crisis sanitaria los alumnos están en dos turnos, y está ampliación supondrá dar cabida a muchos más de cara al curso que viene», confirma el director del colegio, Jorge Castejón. En la actualidad usuarios de comedor becados, cuyos padres o madres no trabajan, se llevan la comida a casa por falta de espacio. «Hemos comprado las neveras isotérmicas, tenemos las medidas, se podría seguir ofertando esta posibilidad, pero la idea es que con la ampliación todos puedan comer aquí», añade.

Si este curso el comedor cuenta con alrededor de 90 estudiantes, con el aumento de espacio se estima que podría contar con unos 150. También se van a construir baños anexos a esta dependencia, lo que agilizará las tareas de higiene que ahora se realizan en aseos repartidos por el centro. Con estas actuaciones, «necesarias y urgente», el espacio de patio al aire libre quedará reducido, pero sí se ampliarán las zonas de porche, que podrán utilizarse los días de lluvia, y también para las entradas y salidas del alumnado cuando las medidas anticovid desaparezcan. 

consecuencias. Hasta que estas mejoras sean una realidad, alumnos y profesores de este colegio taranconero conviven con las obras, a cargo de la empresa Tragsa. «Es importante que las familias sepan que se tiene en cuenta el horario para no hacer demasiado ruido, la cimentación y excavación se realizó antes de que los alumnos empezaran las clases y luego la apertura de accesos y demás uniones se realizarán en periodos vacacionales o no lectivos», aclara el director del CEIP Duque de Riánsares. 

Además de la ampliación del comedor y la construcción de los citados aseos, este proyecto, que cuenta con un presupuesto de alrededor de 700.000 euros y siete meses de plazo de ejecución, contempla la construcción de tres aulas y baños en la parte de arriba. Desde el propio colegio detallan que las nuevas clases «son sobre todo para liberar espacios y que pueda haber aulas materia, es decir, aula de música, biblioteca, porque actualmente esos espacios comunes los hemos tenido que usar como clases por el aumento de alumnos en los últimos años». 

Actualmente, este centro educativo es prácticamente de tres líneas, salvo en tres años, segundo y tercero de Educación Primaria, que cuentan con dos clases por cada nivel, y luego está sexto de Educación Primaria, donde hay cuatro clases.  Esta semana la cifra de niños matriculados rondaba los 480, pues ha ido creciendo desde que comenzó el curso. «En segundo de Educación Primaria por ejemplo ya no nos quedan plazas, pero en sexto tampoco va a entrar más alumnado, pues las clases están desdobladas por la Covid-19, al ser aulas más pequeñas y tener 25 estudiantes cada una», señala Jorge Castejón.

La previsión del centro educativo pasa por poder realizar el traslado a las tres aulas nuevas de los alumnos de cuarto de Primaria en el segundo trimestre. Y es que algunos de estos escolares están en las clases que antes correspondían a la sala de usos múltiples, que pasó a convertirse en dos aulas con la obra menor que con un presupuesto de 17.300 euros se realizó en agosto, y finalizó la primera semana de septiembre. Con el proyecto que se está acometiendo en la actualidad se podrán ir recuperando algunos espacios que han tenido que convertirse en clases por el incremento de alumnos, pero no todos. 

La zona destinada a patio al aire libre se verá reducida y por el momento no hay prevista una ampliación. Provisionalmente, mientras están las obras en marcha se está utilizando por parte del alumnado una zona de descampado privada pero abierta al colegio, que el Ayuntamiento desbrozó y limpió. 

La calle Séneca seguirá cortada al tráfico para las entradas y salidas, no por las medidas anticovid como ocurría el curso pasado, sino porque con las obras los alumnos salen directamente a la calle al no poder utilizarse los patios.  

HOY, CON LA PALMA

El colegio Duque de Riánsares se suma hoy a la iniciativa promovida en otros colegios y Ampas de España, Un plátano por La Palma. Los alumnos que quieran llevarán un plátano de Canarias para comer en el recreo junto con el almuerzo habitual, y una prenda de ropa, pañuelo u objeto de color amarillo en apoyo a las familias agricultoras de la isla volcánica. 

Una de las primeras actividades en un centro educativo que empezó el curso pasado el Proyecto Escolar Saludable promovido por la Junta, donde el Ampa ha retomado las actividades extraescolares y el curso de lengua rumana será de nuevo presencial. «El año pasado no pudieron realizarse excursiones y este curso sí, se están proponiendo en todos los cursos, los niños lo necesitan», comenta el director del colegio Duque de Riánsares, que insiste en que «aunque las medidas se han aliviado tenemos que seguir siendo escrupulosos con la guía sociosanitaria, manteniendo el plan inicial elaborado por la pandemia».