La agroalimentación aplaude el cese de los aranceles de EEUU

Jonatan López
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Los impuestos decretados por Washington en 2019 condicionaban exportaciones por más de 11 millones de euros. CEOE afirma que la cancelación momentánea «hará que nuestros productos sean más competitivos»

La agroalimentación aplaude el cese de los aranceles de EEUU

La empresas conquenses que exportan a Estados Unidos podrán quitarse el lazo que les apretaba el cuello, a la hora de vender sus productos en el país norteamericano. El acuerdo que firmaron Estados Unidos y la Unión Europea, hace aproximadamente un mes, es ciertamente un alivio para el sector vinícola y lácteo, que en los últimos tiempos había experimentado un notable crecimiento. Es pronto para sacar aún conclusiones, pero todo apunta a que las negociaciones volverán a retomarse y Estados Unidos confiará de nuevo en los productos de calidad. 

«Es una noticia buena y bien acogida por el sector. Lo que pasa es que aún se tienen que ver resultados positivos, que seguramente se producirán», cuenta Rodrigo Fernández, miembro de la junta directiva de CEOE-Cepyme Cuenca y experto en comercio internacional, que augura que en el sector del vino «se va a consumir un 30 por ciento menos este año, pero los datos volverán a la normalidad. Nuestros productos, los españoles y los conquenses, volverán a liderar el mercado porque se valoran bien. La calidad no la vamos a perder, pero habrá que luchar en la comercialización».

La pandemia condiciona, lógicamente, las exportaciones internacionales y «todo va lento, pero sí que se puede decir que es una noticia muy buena». Y es que, la supresión de los aranceles «hará que nuestro productos sean más competitivos con respecto a otros países. El consumidor final se verá beneficiado en el precio, puesto que el arancel no lo incrementará», expone Fernández. 

Los aranceles. La historia se inicia en octubre de 2019 cuando el Gobierno de Donald Trump decide unilateralmente aplicar aranceles a ciertos productos alimentarios de países europeos, como represalia al conflicto entre Boeing y Airbus –empresas americana y europea, respectivamente, que fabrican aviones –. Las ayudas que otorgaba Europa a Airbus sentaron mal al anterior presidente del país norteamericano, que decretó gravar con hasta un 25 por ciento de aranceles a productos españoles, franceses, británicos y alemanes. La larga lista incluía vino, queso y aceite y, por tanto, atacaba directamente a las pujantes transacciones de empresas de Cuenca.

No obstante, hay un antes y un después en las negociaciones entre las empresas conquenses y estadounidenses. El país norteamericano vio con buenos ojos a los productos agroalimentarios de la provincia en 2015 y comenzó a incrementar los negocios, según los datos del informe de exportaciones del año pasado que elabora ICEX Exportación e Inversiones –organismo dependiente del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo–.

Hasta entonces, dos años antes se había exportado por valor de seis millones de euros, pero hace cinco años se dobló la cantidad. El aumento se hizo patente en 2019, con 15,6 millones de ventas, y la pandemia frenó la cantidad hasta los 12,4 millones de euros del pasado año. Sin embargo, Estados Unidos es actualmente el décimo país del mundo que más compra a Cuenca. 

En lo que llevamos de año, hasta febrero, se han comercializado productos por valor de 2,1 millones de euros, un 42,5% menos que el pasado año (3,7 millones), en parte por las restricciones derivadas de la epidemia.

Lo que se comercia. El análisis del ICEX refleja que casi un 86 por ciento de lo que se vende a Estados Unidos son productos agroalimentarios y bebidas. De ellos destacan los ajos, sobre todo, y los vinos con Denominación de Origen. En la cuarta posición se colocan los quesos fabricados en Cuenca y, en quinta, los vinos de mesa. 

En cuanto a vino se refiere, «las bodegas y cooperativas conquenses han puesto mayor hincapié en la internacionalización de productos y de dar un valor añadido al embotellado. Ese trabajo, posiblemente, ha permitido tener más contactos con importadores de Estados Unidos».

Los productos de la provincia, especialmente los vinos, compiten con los franceses e italianos «y hay que tener en cuenta que los americanos tienen cerca a países como Chile y Argentina o Brasil, que parece que están metiendo vinos en aquel país». 

El queso manchego tiene también su gran tirón en los últimos años, gracias a los premios internacionales que han cosechado las queserías conquenses. La tercera pata de esta imaginaria silla de productos, a los que se les quita el arancel en aduana por el momento, es el aceite de oliva. En Cuenca se produce en pequeña cantidad, pero su pureza es tal que es conocido que Italia –país que no tiene aranceles– lo compra a granel, lo embotella, le pone la etiqueta y lo exporta como propio a países como Estados Unidos. «Nos lleva adelanto en cuanto a la comercialización de aceite de oliva embotellado y, además, otros países relacionan el aceite de oliva a Italia», revela el experto.