El mejor embajador

Manu Reina
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Guillermo López cautiva a los turistas que llegan a Madrid con «todos los encantos que ofrece Cuenca» y lleva a su ciudad «en el corazón»

El mejor embajador - Foto: Guillermo López

Es hablar de Cuenca y se le conmueve el alma. Es su tierra y la lleva por bandera allá por donde va. Este sentimiento de pertenencia forjado a fuego en su corazón le lleva a hablar de esta tierra como la mejor de todas, y no es para menos. El joven conquense Guillermo López recomienda hasta el último rincón de esta región desde su puesto de trabajo que se sitúa nada más y nada menos que en la Oficina de Turismo de Castilla-La Mancha en Madrid.

Este amante de su patria chica reconoce que es «un orgullo» poder promocionar la región desde el punto más concurrido de la capital madrileña y se define a él mismo como «un enamorado de mi tierra». Eso facilita mucho su labor porque «puedo transmitir con ilusión la gran oferta turística que tenemos en cada rincón de las cinco provincias». Pero su ejercicio también le supone «una gran responsabilidad, ya que sabes que tienes la oportunidad de hacer que mañana ese visitante esté comiendo morteruelo en la Plaza Mayor».

Este conquense, que domina cuatro idiomas (castellano, inglés, italiano y portugués), desvela que los turistas preguntan primero por «las Casas Colgadas y el Puente San Pablo», que son los destinos preferidos de los viajeros. Incluso por encima de la Catedral que «no puede competir» con los dos anteriores, tal y como detalla el mejor embajador de Cuenca. 

Este año es muy especial. La ciudad es la capital gastronómica española y, en estas dos últimas semanas, el joven conquense ha percibido «un aumento de peticiones de información por este reconocimiento». López también señala que presentar la candidatura tanto en la Feria Internacional del Turismo (Fitur) como en Madrid Fusión «ha disparado las ganas de probar la comida conquense». En cuanto a tomar bocado, los viajeros preguntan por «el morteruelo y la botella de resoli», que son los dos productos «más demandados».

Gastronomía. Este joven, cuyo trabajo también pasa por apoyar la celebración de talleres artesanos, catas de productos, jornadas formativas y presentaciones turísticas, insiste en que es un año «donde tenemos que sacarle el mayor jugo posible a la capitalidad» porque, entre otras cosas, «tenemos recetas y platos deliciosos que van acompañados de magníficos restaurantes», recalca. 

El tráfico de visitantes aumentará para Semana Santa. «Es la festividad que más interés suscita, por encima del resto», asegura este joven promotor turístico. Los turistas de distintas nacionalidades pasan por la puerta de la oficina de Gran Vía para pedir «mucha información» sobre esta Fiesta de Interés Turístico Internacional. También es cierto que «hay muchas personas que se interesan por la Semana de Música Religiosa», añade. 

Además hay interés por el turismo de naturaleza y las actividades lúdicas. Sin ir más lejos, el anuncio reciente de la apertura de la tirolina doble urbana más grande de Europa «ha generado un repunte de solicitudes». Y es que no hay duda de que los viajeros sitúan a Cuenca como «un lugar idóneo para realizar barranquismo, escalada o senderismo, entre otras acciones deportivas», desvela. 

Pero aquí no acaba la cosa. López comenta que en la provincia los destinos preferidos son la Ciudad Encantada y el Nacimiento del Río Cuervo. «La sorpresa viene cuando les hablo sobre el mosaico figurativo más espectacular del mundo romano (Noheda), el Castillo de Belmonte o los colores turquesas de las Chorreras del Cabriel, entre otros», explica.

Cuenca gusta, y mucho más si detrás del mostrador hay alguien que ensalza las virtudes de esta tierra, como hace este joven conquense.